Una estimulante mezcla y suma de culturas. Así ocurrió felizmente el pasado martes durante todo el concierto organizado por la Sociedad Filarmónica de Oviedo. Buena ocasión para disfrutar del poderoso dúo de clarinete y piano integrado por el francés Florent Héau y por la argentina Marcela Roggeri.

La primera parte del concierto estuvo dedicada a Argentina y, como bien explicó Roggeri, se trató de un diálogo entre la tradición folklórica y la música popular urbana del país, representadas a través de una selección de obras de Carlos Guastavino y Ástor Piazzolla. A destacar la novedosa versión de «Bordel 1900» -original para flauta travesera y guitarra- que gustó mucho al público asistente y las «Tres Canciones: Se equivocó la paloma, Pampamapa y El Sampedrino», que el dúo grabó en 2010 para el sello Transad Live, y que fueron la muestra perfecta del dominio de los matices y las dinámicas como forma de conseguir la adecuada expresividad. Muy bien.

La segunda parte se volcó en el mundo francés. Al comienzo se pudo escuchar un arreglo de «La Diva de l'Empire» de Satie, que inspirada en el mundo urbano sirvió de transición hacia un lenguaje más místico y académico plasmado en obras como la «1º Gnossiene» de Satie o el «Hommage à Debussy» del húngaro Bèla Kovacs, donde ambos artistas se lucieron en solitario. Por supuesto no faltó la «Sonata para clarinete» de Poulenc, una obra clave dentro del repertorio de este instrumento en el siglo XX. Ésta fue sin duda la pieza más compleja técnicamente, y también la más arriesgada del programa, pues perteneciente a la última etapa de este compositor miembro del grupo Les Six, muestra un leve alejamiento del lenguaje clásico, aunque siempre sin perder la elegancia francesa. Un repaso lleno de buen gusto y calidad. Para finalizar, la «Brazileira», de Milhaud, que transportó al Filarmónica de nuevo al mundo de la música popular.

Como propina, el dúo deleitó al respetable con «Oblivium», de Piazzolla, obra póstuma del argentino que consiguió emocionar a todo el público. Sin duda un concierto magnífico en el que pudimos disfrutar de lo mejor de las culturas a las que pertenecen ambos intérpretes y que hacen tan especial a esta pareja.