La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un zarpazo de sesenta años

Los técnicos municipales hallan un expediente policial de 1954 en el archivo del Ayuntamiento sobre el único ataque de los osos "Petra" y "Perico" a una niña

La jaula en la que vivieron "Petra" y "Perico", a principios de los años cincuenta. LNE

Una mujer de 66 años puede ser la única ovetense que tenga marcada en su piel las garras de "Petra" o de "Perico", los osos que vivieron en el Campo San Francisco. Lo demuestra un expediente policial del 18 de julio de 1954, hace justo sesenta años, hallado en el archivo del Ayuntamiento y que describe con pelos y señales el ataque a una niña de 6 años: "Sobre las 13.00 horas, la cría se introdujo en el espacio comprendido entre las defensas y la jaula con ánimo, al parecer, de acercar a los animales un barquillo caído en el suelo, siendo rápidamente cogida por una de las fieras". El informe que los agentes entregaron entonces al Consistorio no menciona el nombre de la pequeña, que sólo aparecía en el atestado redactado en comisaría. Así las cosas, es prácticamente imposible encontrar el documento en las actuales instalaciones de Rubín, por lo que la única posibilidad de conocer la identidad de aquella niña es que ella misma, un familiar o un conocido, den señales de vida sesenta años después.

Tampoco se sabe con seguridad qué oso la atacó. "Petra" y "Perico" llegaron a Oviedo en 1950 procedentes de Somiedo cuando un cazador furtivo mató a palos a su madre. El macho sólo vivió cuatro años porque murió repentinamente en la jaula -el mismo año del incidente con la niña desconocida-, pero la hembra se convirtió en una de las principales atracciones del Campo hasta 1976, cuando falleció tras padecer una larga paraplejia.

El expediente policial va más allá y alaba la intervención del salvador de la pequeña: "El ataque hubiese sido irreparable si el brigada de la Guardia Civil, Don Rafael Candón Pery, con su acción decidida no hubiese logrado arrebatársela al oso, quedando parte de la ropa de la niña en el interior de la jaula completamente destrozada". Candón Pery llevó a la niña a la Casa de Socorro localizada en la calle Santa Cruz para que le curasen los zarpazos "del cuello, pecho, brazos y muslo derecho", aunque él también recibió asistencia médica por "numerosos rasguños en las manos".

Los ovetenses que nacieron después de 1976 tienen que acudir a la hemeroteca o a los álbumes familiares para conocer la historia de los osos que vivieron en pleno centro de Oviedo. No existe una placa informativa en el Campo San Francisco, por debajo del paseo del Bombé o a la altura del Aguaducho, donde hoy está el parque infantil, que atestigüe que allí vivieron "Petra" y "Perico". Primero estuvieron atados a una larga cadena de hierro que limitaba sus movimientos a un paseo circular, conocido popularmente en la ciudad como "el tranvía", y luego en una jaula de color verde con forma de cúpula, gruesos barrotes y una malla metálica como medida de seguridad contra los zarpazos y lametazos.

Compartir el artículo

stats