Un ordenador controlará el riego automático de los 17.424 aspersores instalados en los parques y jardines de la ciudad. El objetivo es el ahorro y la mejora en la eficiencia del servicio, puesto que, centralizando el riego automático permitirá cortar el agua los días de lluvia o reducirlo cuando el cielo esté cubierto. El consumo actual de agua para el riego es de 726.000 metros cúbicos al año, y con este nuevo sistema el Ayuntamiento espera reducirlo a la mitad.

El Ayuntamiento dispone en la actualidad de riego automático en el treinta por ciento de sus zonas verdes, y están controlados por programadores autónomos o a pilas. El problema es que, al no ser un sistema centralizado, al principio de cada temporada hay que programar uno a uno, los 726 sistemas de riego automático. La misma organización se mantiene hasta que finaliza la temporada (sin importar que llueva o haga sol) y se activa la parada.

Los programadores autónomos se controlarán ahora de forma conjunta con un módulo de radio y repetidores que estarán conectados al ordenador central. La Junta de gobierno aprobó ayer la adjudicación de los trabajos a una empresa. El proyecto costará 311.822 euros y las obras tienen que estar listas en cuatro meses.