El amor triunfa sobre la sangre y "Katiuska", obra supuestamente menor, aparece como un sucesión de números cargados de belleza y musicalidad. Excelente partitura, cantantes de primera y escena acertadísima -la dirección del ovetense Emilio Sagi- completaron una velada de primera que el público al final premió con cuatro minutos y treinta y ocho segundos de aplausos. Coproducción del Campoamor y en el palco principal, el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, con las cofradías y hermandades de Semana Santa.

La zarzuela de Sorozábal -vasca y rusa y ayer también asturiana- se ofreció de un tirón. Hora y media con la misma escena de la decadencia del viejo imperio zarista que, en el desarrollo, se resuelve con el amor de la descendiente secreta de la realeza con un comisario bolchevique que encarnó el barítono castrillonense David Menéndez, gran triunfador de la noche. Y no menos el maestro carbayón Oliver Díaz, con Oviedo Filarmonía y el Coro Capilla Polifónica Ciudad de Oviedo.

La romanza de Menéndez, "calor de nido, paz del hogar" desató la primera ovación. Aplausos cálidos para el tenor Jon Plazaola como príncipe Sergio en la romanza "Es delicada flor" y también para la soprano Mariola Cantarero en su siguiente número. Y superlativo David Menéndez en "La mujer rusa".

La mezzo ovetense María José Suárez muy bien en la canción ucraniana con el coro siempre acertado y Cantarero volvió al éxito con "Noche hermosa de jazmines perfumada". Cuarteto cómico "Rusita, rusa divina" donde destacó el tenor sierense Juan Noval y en el dúo de Katiuska y Pedro, muy bien los dos. Menéndez se consagró ahí como el señor de la velada.

En el fox-trot brilló María José Suárez que canta, baila y actúa siempre acertadísimamente. La acción se oscurece, dudas... Katiuska acaba eligiendo el amor del revolucionario frente a su alta cuna. Ovaciones y ovaciones.