Wenceslao López, candidato del PSOE a la Alcaldía de Oviedo, presentó ayer en la biblioteca del Fontán una batería de medidas en materia de urbanismo en caso de alzarse con la victoria en las elecciones locales del próximo 24 de mayo. La principal es la creación, en palabras de López, "de un cinturón verde". Éste consistiría en unir los grandes espacios verdes de la ciudad -Santullano, el Campillín, el Campo San Francisco o El Cristo- con carriles bici y sendas peatonales.

Al mismo tiempo, López abogó por la puesta en marcha de un plan integral para "rehabilitar y rejuvenecer" los barrios más vetustos del concejo aprovechando las ayudas que ofrece la Unión Europea (UE) en materia de eficiencia energética dentro del denominado objetivo 2020, que pasa por reducir en un 20 por ciento la emisión de gases contaminantes a las atmósfera antes del año 2020.

El candidato socialista también reconoció que "estamos obligados a mirar hacia el Naranco. Tenemos una deuda centenaria con el monte". La apuesta pasa por un plan especial para "el que no hará falta grandes inversiones".

López también tuvo tiempo para cargar contra la política urbanística del PP. "Ahora mismo el Ayuntamiento es una oficina de contratación, y además mala, porque hace los pliegos de condiciones a medida de sus clientes", explicó, al tiempo que señaló que los grandes proyectos de los últimos años (Calatrava, parcela del Vasco y el nuevo Carlos Tartiere) "no estaban incluidos en el Plan General".