Elena FERNÁNDEZ-PELLO

Un fallo general en el sistema informático del HUCA (Hospital Universitario Central de Asturias), el polémico Millennium, producido ayer a primera hora de la mañana, obligó a ralentizar la actividad y retrasar algunos servicios. La delegada de USIPA, el sindicato que dio la voz de alarma, contó que los médicos se quedaron sin acceso a las historias y la información sobre sus pacientes y que para evitar más retrasos recuperaron "el papel y el bolígrafo". La avería fue subsanada en cuestión de unas horas y al final de la mañana la normalidad había vuelto al hospital.

Los problemas comenzaron hacia las 9.30 de la mañana, según refirió la representante sindical. Los primeros momentos, según contó, fueron los más caóticos. A esas horas, explicó, se actualiza la información sobre el estado de los pacientes y muchos de los enfermos ingresados reciben su medicación. Con la caída del Millennium esas labores tuvieron que realizarse sin el apoyo de los ordenadores. Los facultativos tuvieron dificultades para manejar las historias electrónicas y las citaciones también se resintieron. En los quirófanos la actividad ya había comenzado y no fue necesario suspender ninguna intervención, según el sindicato.

USIPA considera "inadmisible" que el sistema informático continúe dando problemas casi un año después de su implantación, con la inauguración del actual Hospital. Más aún, según su portavoz, con la enorme cantidad de dinero invertida en él. Ese esfuerzo económico se ha realizado tanto para adquirir el programa informático como para llevar a cabo las adecuaciones tecnológicas que permiten su utilización.

El sindicato USIPA también teme y alerta por adelantado de las consecuencias de la actualización del sistema que según asegura se anuncia para los próximos meses en la versión que usan los médicos.

La incorporación y la adaptación de los profesionales y los procesos sanitarios al programa Millennium, la aplicación adquirida por unos 17 millones de euros a la empresa Cerner, ha sido uno de los aspectos más controvertidos del traslado del HUCA a La Cadellada.

En los primero momentos de la implantación del Millennium los trabajadores sanitarios la calificaron de "farragosa", "innecesariamente prolija" y se quejaron de que "estaba inacabada", de que no se les había ofrecido la formación requerida o que está se impartía fuera de las horas de trabajo. El Sindicato Médico se plantó y amenazó con no asistir a las clases e incluso con suspender el uso del Millenium.

La burocratización de la asistencia fue otra de las cuestiones de las que el personal se quejaba. Más tiempo frente a la pantalla del ordenador y menos dedicación asistencial, argumentaban.

En este primer año de actividad el Millennium ha dado problemas en varias ocasiones. Hasta ahora no ha paralizado el centro hospitalario y los problemas se han subsanado gracias al esfuerzo de los profesionales, insisten en subrayar los representantes de la plantilla.

Otro de los inconvenientes del Millennium es que ha convertido el Hospital en una isla informática, aislado de los centros de salud que utilizan un sistema distinto e incompatible, el Selene.

Los trabajadores han ido adaptándose al nuevo sistema, unos con mayor suerte que otros. "El hospital sin papeles" en que el Sespa, el Servicio de Salud del Principado, ha querido convertir el HUCA ya no tiene vuelta atrás.