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Asturias intenta desarrollar arterias y córneas a partir de la sangre

Un equipo del HUCA y la Universidad investiga biomateriales que sustituyan al plástico

Parte del equipo del banco de tejidos. De izquierda a derecha, Paz Cañal y Rosana Martínez, ambas técnicas de laboratorio, Álvaro Meana y las biólogas Eva García y Marta Pevida, el jueves, en el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias. MARÍA GÓMEZ

Cuando un asturiano dona sangre o tejidos puede encontrarse con la agradable sorpresa de que su generosidad ha llegado más lejos de lo que nunca había imaginado. Una parte de ese material será destinada a personas que necesitan una transfusión o un trasplante, pero lo más llamativo es que la parte que otros desechan puede dar un juego insospechado. El doctor Álvaro Meana lidera la búsqueda de biomateriales útiles en la fabricación de arterias y córneas artificiales. En estas investigaciones tiene como aliados, respectivamente, a la Universidad de Oviedo y al Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.

"Lo que queremos es desarrollar un gel, o algo similar, para crear vasos sanguíneos", explica el doctor Meana, especialista del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias, ubicado en Oviedo, junto al viejo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Álvaro Meana dirige el banco de tejidos, en el que trabaja con media docena de colaboradores -en rigor, colaboradoras- y del que han salido ya casi una decena de patentes, dos de ellas de uso bastante común.

Nacido en Gijón, en 1958, el doctor Meana se especializó en medicina interna, pero a continuación dio un giro copernicano a su trayectoria profesional. Hoy es líder indiscutible a nivel nacional en materia de cultivo de piel. De hecho, el Centro Comunitario surte de este tejido a toda la geografía española. Sin embargo, no se conforma con este título honorífico que, no obstante, sí le sirve de aval en el seno de la comunidad científica.

"Llevaba varios años pensando en cómo producir vasos sanguíneos y ahora lo veo claro", explica. ¿Hay algo parecido en el mundo? "Poca cosa", responde. Y agrega: "Hay vasos sanguíneos de plástico, de gore-tex, pero en ciertas patologías y en determinados tamaños funcionan mal". La estrategia consiste en desarrollar un biomaterial a partir de hemoderivados o de tejidos, "que es nuestra especialidad". Álvaro Meana subraya que los derivados de la sangre y los tejidos disponibles en el Centro Comunitario "son productos donados, de calidad, muy filtrados y de origen e itinerario muy bien establecidos".

En esta investigación, él y su equipo colaboran con el grupo de Mario Díaz, catedrático y director del departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente de la Universidad de Oviedo. "Estamos probando sustancias para ver cuál nos sirve; hay que desarrollar un material que sea válido", indica el doctor Meana. Más avanzada está la investigación dirigida a desarrollar córneas artificiales, un proyecto en el que trabaja con la Fundación de Investigación Oftalmológica (FIO), dependiente del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega. "Estamos trabajando en la extracción de colágeno humano para hacer una parte de la córnea. El colágeno es transparente, como la córnea. Nuestra idea es extraer proteínas de la esclera, una parte del ojo que no se trasplanta, para hacer una membrana".

En esta investigación, el científico del Centro Comunitario colabora con Jesús Merayo, investigador del Instituto Fernández-Vega y profesor titular de la Universidad de Oviedo. "Estamos en la fase experimental, haciendo trasplantes a animales, pero ya hemos avanzado un trecho", indica Álvaro Meana. Al contrario de lo que sucede con los vasos sanguíneos, en materia de córneas "hay bastantes cosas hechas", pese a lo cual "las córneas artificiales se usan muy poco; se emplean las de cadáver, pero escasean".

El grupo del doctor Meana tiene en marcha otro proyecto "muy interesante" referente a la piel. Impulsado en colaboración con el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) -dirigido por el también gijonés José Luis Jorcano- y con una empresa francesa de terapia génica, consiste en un ensayo clínico con células transformadas para una enfermedad genética rara denominada epidermolisis bullosa. "Es un orgullo que un proyecto europeo se haga con una metodología nuestra, sobre todo para estas enfermedades que son ruinosas desde el punto de vista comercial", explica. Por el momento, el equipo de investigadores está desarrollando un ensayo con dos pacientes que se llevará a cabo en Madrid, ya que "aquí no tenemos instalaciones adecuadas".

Otra investigación en marcha con el HUCA emplea las plaquetas que no se trasfunden para utilizarlas como medio en el que puedan crecer células humanas, que son más seguras que las actualmente disponibles, de origen animal. Un procedimiento en fase más avanzada fue publicado por LA NUEVA ESPAÑA el pasado domingo: un cultivo celular, a partir de albúmina del plasma de la sangre, con el objetivo de obtener hueso para realizar reconstrucciones de la cara. Esta investigación se lleva a cabo en cooperación con el servicio de cirugía maxilofacial del complejo hospitalario ovetense.

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