Por sorpresa, el cineasta neoyorquino Woody Allen ha aparecido este mediodía en Oviedo, donde pasa unas horas antes del estreno de la ópera Gianni Schicchi, en el teatro Real de Madrid, de la que es director artístico. Allen ha paseado junto a su esposa, Soon-yi, por las calles del centro. Según algunos testigos, iba además acompañado de dos de los antiguos gestores del centro Niemeyer de Avilés, Natalio Grueso y Joan Picanyol.

Allen salió de su hotel hacia el mediodía y llegó hasta la plaza de Porlierl, antes de tomar el camino de regreso, con destino en un restaurante especializado en pescados de la calle Marqués de Pidal. Tocado con un gorro para protegerse del sol, su presencia en la ciudad solo se vio alterada por las interrupciones que hacía para fotografiarse, paciente, con los curiosos que le reconocían.

Al filo de las cuatro de la tarde, Woody Allen entró en una tienda de ropa de la calle Gil de Jaz. Minutos más tarde, el grupo regresó a su hotel, donde esta previsto que pernoctasen hoy.