La Universidad de Oviedo ha exigido al Gobierno regional un mayor protagonismo en el futuro Instituto de Investigación Sanitaria. Este órgano ya está operativo -con diversas variables- en buena parte de las comunidades autónomas y es una herramienta imprescindible para acceder a determinadas ayudas y facilidades encaminadas a impulsar proyectos de investigación en el campo biosanitario. Ambas partes han mantenido varias reuniones para tratar de acercar posiciones. A estas alturas, ya es un hecho que por parte de la Administración regional el asunto deberá ser retomado por el equipo que en los próximos días asuma la responsabilidad de la Consejería de Sanidad.

En esencia, hay dos modelos encima de la mesa. El Ejecutivo autonómico propugna que el citado instituto sea constituido sobre la estructura de la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria del Principado (Finba). Esta opción diluye la capacidad decisoria de la Universidad, pues la Finba está regida por un patronato en el que participan numerosas empresas e instituciones. Entre tanto, la Universidad apuesta por crear un órgano ejecutivo supremo en el que el peso lo compartan el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y la institución académica.

Según ha podido saber este periódico, ambas posibilidades son consideradas viables por el Instituto de Salud Carlos III. La relevancia de este dato no es menor, dado que el objetivo último del Instituto de Investigación Sanitaria es conseguir la acreditación de esta entidad de ámbito nacional cuyo aval sitúa en la élite del sector y facilita la obtención de apoyos para realizar una investigación de cierta envergadura.

"Entendemos que el protagonismo fundamental de un instituto de esta naturaleza tiene que recaer sobre el HUCA y la Universidad, entre otras razones porque la Universidad va a aportar, como mínimo, el 70 por ciento del personal investigador", declararon ayer a LA NUEVA ESPAÑA fuentes de la Universidad de Oviedo.

Las mismas fuentes enfatizaron el interés de la Universidad en impulsar sin demora la creación del citado instituto y en lograr la mencionada acreditación, "sobre todo para acceder a convocatorias que ahora tenemos vedadas y para dar más oportunidades a los investigadores jóvenes". Con el fin de facilitar el avance de las negociaciones, los responsables universitarios se muestran dispuestos a que el futuro Instituto de Investigación Sanitaria asuma como propios algunos de los órganos rectores de la Finba -tales como la dirección científica- "para evitar duplicidades".

"En lo que no estamos de acuerdo es en que la Finba sea el Instituto de Investigación Sanitaria, porque en ese caso el máximo órgano de gobierno sería el patronato, y en el patronato la Universidad tiene un peso específico de sólo el 10 por ciento", indicó el portavoz universitario. Y agregó: "La constitución del instituto debe hacerse de la manera en la que menos nos arriesguemos a que nos nieguen la acreditación o a que tarden mucho en dárnosla".

La Finba fue constituida meses atrás, y ya ha seleccionado a los seis primeros grupos de investigadores que trabajarán en su seno. La sede de la fundación será un edificio anexo al HUCA que se halla en fase de remodelación interior. Concluida ésta, deberá ser equipada. Los responsables de la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria estiman que los científicos podrían trasladarse al nuevo espacio "a finales de septiembre o principios de octubre".

Siguiendo con los posibles plazos, la constitución oficial del Instituto de Investigación Sanitaria requerirá como mínimo algunos meses, y los posteriores trámites para que sea acreditado por el Instituto de Salud Carlos III, un año y medio o dos años más (en el mejor de los casos).