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Oviedo pierde mil habitantes al año desde 2011, tras una década de crecimiento

La ciudad retrocede hasta situarse al nivel del año 2007, antes del inicio de la crisis - Los indicadores demográficos arrojan los peores datos del siglo, salvo el saldo migratorio, muy bajo pero aún positivo

Ovetenses en el paseo del Bombé el pasado Martes de Campo. MIKI LÓPEZ

El municipio pierde más de mil habitantes cada año desde hace un lustro, cuando se registró la cifra más alta de población en Oviedo, rondando los 226.000 habitantes. Hoy, con 221.832 personas en el censo, residen en el municipio casi 4.000 habitantes menos que en 2011, el año del gran subidón. Además, las estadísticas señalan que el ritmo de pérdida de población es cada vez más acelerado: la diferencia entre el 2014 y el 2013 fue ya de 2.000 habitantes, doblando la tendencia. De este modo, en términos demográficos, la capital asturiana ha retrocedido ocho años, hasta situarse con la misma población que en el año 2007, justo antes del arranque de la crisis económica en España.

La población en el municipio de Oviedo había venido creciendo imparable durante todo el siglo XX hasta la segunda mitad de la década de los 90, cuando las cifras se estancaron también a nivel nacional. Sin embargo, esta situación cambió con la entrada del siglo XXI, y la población de Oviedo volvió a crecer. El problema es que este crecimiento estaba, en cierto modo "maquillado", porque no se debía a un aumento "natural" de la población. La tasa de nacimientos frente a la tasa de defunciones seguía siendo negativa pero el número de habitantes subía por la llegada a Oviedo de nuevos ciudadanos provenientes de otros municipios de la región y también del extranjero.

La situación comenzó a revertirse en el año 2011, cuando la población en Oviedo alcanzó su cénit. A partir de este momento, el número de habitantes comenzó a descender. El indicador que mejor explica esta situación es el saldo migratorio, es decir, la diferencia entre las altas y bajas por cambio de domicilio hacia otros municipio y al extranjero. Pues bien, en 2011, Oviedo contaba con un saldo migratorio muy potente, de 1.852 personas. La cifra pegó un bajón brutal el año siguiente, con mil personas menos y continúo bajando. En la actualidad, el saldo migratorio se mantiene positivo, pero bajo. Siguen siendo más las personas que llegan a Oviedo que las que se van, pero la diferencia es tan solo de 369.

El número de ciudadanos extranjeros en la ciudad también ha bajado mucho en los últimos cinco años. Hoy residen en la ciudad casi 5.000 inmigrantes menos que en 2011, cuando la cifra superaba los 16.000 ciudadanos extranjeros, la mayoría rumanos y de América Latina. La población inmigrante actual es de 12.706 personas censadas.

El descenso de la población en el municipio ovetense está acompañado también de los malos datos que arrojan los indicadores demográficos, los peores de este siglo, con un acusado descenso de los índices de maternidad, juventud e infancia, frente al ascenso de los que marcan las pautas de envejecimiento y dependencia. Por ejemplo, los nacimientos bajan desde 2010, cuando llegaron al mundo en la ciudad 1.890 bebés. El año pasado fueron 1.520 niños, 370 menos. Mientras, las defunciones se mantienen más o menos igual, por encima de los 2.200 al año. Esto significa que el crecimiento vegetativo (el déficit de nacimientos en comparación con las muertes) es el peor de la década, con un saldo negativo de 721 personas, frente a las 274 (también en negativo) de 2010.

Mientras estos datos descienden, otros suben, aunque no para bien. Es el caso del índice de dependencia, que facilita la comparación entre la población potencialmente inactiva y la potencialmente activa. La gráfica ha ido ascendiendo en los últimos años, de manera que la población es cada vez más dependiente (en la actualidad se sitúa en 50 puntos). También sirve para medir las tendencias el índice de reemplazo, que analiza la evolución de la fuerza de trabajo, relacionando el tamaño de la población en edad de incorporarse al mercado laboral con aquellos que están procediendo a retirarse del mismo. Este índice también arroja datos negativos: en 2010 se situaba en el 97 por ciento y en la actualidad en el 64, 36 por ciento.

Además, desde que comenzó la actual década también se ha elevado considerablemente la edad media de la población ovetense, que ahora se sitúa por encima de los 45 años, dos años más que en 2010. Como dato curioso, en el municipio residen 82 personas mayores de 100 años.

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