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La pintura que resta realidad a lo cotidiano

El artista argentino Martin Riwnyj presenta hoy en la galería Cervantes, 6 su exposición "Walk in Oviedo/naturaleza urbana"

No es un pintor de paisajes al uso, pero el paisaje es un tema recurrente en la obra de Martin Riwnyj (Buenos Aires, 1972). El artista inaugura hoy, en la galería Cervantes, 6, su exposición "Walk in Oviedo/naturaleza urbana"; una muestra en la que redescubre las estampas cotidianas de la ciudad y las convierte en puntos de partida de nuevas narraciones. La luz, el color y los personajes que aparecen en sus obras son los elementos que atrapan al espectador que se sitúa ante ellas. Lo convencional se convierte en extraordinario y lo original en habitual. Una espiral de creación infinita en la que cada persona que mira sus cuadros puede sentir un sinfín de emociones únicas y desarrollar una historia diferente en torno a ellos.

"Tomar como temática los paisajes y las ciudades es una excusa para desarrollar una propuesta que tenga que ver con la abstracción. Es una postura figurativa para experimentar con el color, con el tiempo y con los planteamientos que no están reflejados. Me gusta esa idea de romper esa realidad, de tener una libertad expresiva para alterar todas las perspectivas", explica el autor. El surrealismo también está muy presente en su obra. "Me gusta incluir personajes que no están asociados directamente con los lugares en los que encuentran; que están presentes pero como vagando, como un sueño, como algo onírico. Es mi forma de restar realidad a la realidad", cuenta.

"Walk in Oviedo/naturaleza urbana" es la exposición que une las dos facetas de su obra en equilibrio, la figura humana como elemento fundamental y el paisaje como temática. En total, 21 cuadros de pequeño y gran formato, el que más le gusta al autor, que recorren la arquitectura de Oviedo, las marinas de Gijón y la naturaleza de Covadonga. "¿Qué fue lo que le cautivó de Asturias para evocarla tanto en su obra?". "Eso es como pedirle que me explique qué es el amor. Me enamoré de ella hace 10 años, cuando la visité como viajero. Cuando me puse a pintar en mi estudio de Buenos Aires, me venían las imágenes de sus calles y sus paisajes". Unas imágenes que pinta en gris, pero no el compuesto por el blanco y el negro, sino grises reinventados. Como su realidad.

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