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Cuando la moda llama a la puerta

Diseñadores asturianos y leoneses se juntan en Oviedo para demostrar que el futuro pasa por "acercarse personalmente al cliente"

A la izquierda, capa print animal y chaqueta a la cintura con flecos en rojo del diseñador leonés Santiago del Palacio. A la derecha, collar de perlas, piedra y cerámica de Simpétalo. l. c. L. C.

Productos que siguen el camino opuesto al del consumo rápido. Creadores que huyen de los calendarios oficiales y que saben que su supervivencia pasa por llamar directamente a la puerta de sus posibles clientes. Firmas y marcas que no buscan desfiles masivos, ventas online impersonales, ni seguir a pies juntillas las tendencias.

Esos son algunos de los motivos que llevaron ayer a los gijoneses Héctor Jareño y Adrián Díaz, creadores de Reliquiae, al peletero leonés Santiago Del Palacio y a la firma de joyas ovetense Simpétalo, a juntarse en la zapatería Isabel Timón de Oviedo para presentar directamente sus colecciones al público. Son de generaciones distintas y sus carreras tienen poco que ver, pero su fin es el mismo, reivindicar los valores esenciales de la moda: el diseño, la calidad y la artesanía.

"La moda tiene que volver a acercarse al cliente, al trato directo. Su supervivencia pasa por apostar por el diseño, el talento y la creatividad. Por recuperar las presentaciones de colecciones ante un público con una cierta sensibilidad, y por escuchar y ofrecer al cliente un producto artesanal y único, no una producción masiva basada en la copia", aseguran Jareño y Díaz. Sus bolsos, diseñados y fabricados íntegramente en Asturias, han conquistado a la crítica y a personalidades como la Reina Letizia, pero aún así, no pueden ser profetas en su tierra. "Lamentablemente, Reliquiae está enfocada a la exportación desde el principio. España fue durante muchos años un paradigma del diseño, pero con lo que muchos han convenido en llamar 'democratización de la moda', solo se ha conseguido maltratar a los creadores", añaden.

No son los únicos que critican la sustitución del concepto real de moda por la cultura del "fast fashion", la moda de consumo rápido. "Hemos perdido a los profesionales en este país. No quedan casi sastres, sombrereros, barberos, ni peleteros. Yo llevo desde que era un niño aprendiendo el negocio que creó mi madre y esforzándome para ofrecer a mies clientas piezas de calidad, creadas en nuestros talleres por profesionales", explica Santiago del Palacio. Su madre, Conchita Baquedano, tuvo durante 25 años una tienda en los bajos del Hotel de la Reconquista. Por eso ahora, durante dos días, él está en la ciudad para presentar en directo sus piezas como inauguración de su nuevo punto de venta en la ciudad. "Llevar un pelo encima y llevar moda en piel no es lo mismo; y para entenderlo, hace falta alguien que te asesore y que no te vendan gato por liebre".

Eso mismo le ocurre a la firma Simpétalo, una marca que encuentra en la exclusividad su principal aliado. Desde hace seis meses, crea collares con perlas imperfectas, "porque en la imperfección está la belleza", dice; piedras de calidad y figuras de porcelana de los años 50, 60 y 70 que encuentra en anticuarios. "Mi filosofía es el trato directo. Construyo piezas únicas para que la clienta se sienta única. Mis diseños cuentan una historia y eso no se puede fabricar en serie ni vender a través de una página web", asegura. En ese coqueteo con la exclusividad también está el esconder su identidad. "Me gusta ese toque misterioso. Que las personas se acerquen porque le gusten mis piezas, sin saber mi nombre o a qué me dedico", añade.

Tres creadores con miradas distintas que recuperan en Oviedo la moda más de moda.

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