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Una enfermera vacuna a una paciente en el centro de salud de Teatinos.LNE

Sólo el 18% de los sanitarios de la región aceptan vacunarse contra la gripe

Los mayores de 64 años persisten en su rechazo a inmunizarse, una actitud particularmente acentuada en las áreas de Oviedo y Gijón

Ni siquiera el especial llamamiento formulado este año por la Consejería de Sanidad ha conseguido persuadir a los profesionales sanitarios de la región. Hasta la fecha, sólo el 18,2 por ciento de la plantilla del Servicio de Salud del Principado (Sespa) ha recibido la vacuna de la gripe. "Es un porcentaje muy bajo", subrayan fuentes de la Consejería, que por vez primera lleva una contabilidad precisa sobre el comportamiento de los 14.280 trabajadores que configuran la plantilla orgánica del Sespa.

"Son profesionales que trabajan con personas de riesgo. No sólo se les recomienda vacunarse por ellos mismos, sino porque pueden transmitir la enfermedad a personas vulnerables", indicaron las citadas fuentes, en referencia al argumento esgrimido por la Consejería para persuadir al personal sanitario. Una recomendación que hasta el momento han seguido 2.600 trabajadores. Entre los mayores de 64 años, la tasa de vacunación se sitúa en el 52,2 por ciento, también baja aunque en sintonía con lo sucedido en los años anteriores.

La campaña de vacunación de la gripe se inició el pasado 21 de octubre y se prolongará hasta el 30 de diciembre. La Consejería de Sanidad ha distribuido 212.400 dosis. Las autoridades sanitarias reiteraron ayer la conveniencia de que acudan a inmunizarse dos colectivos esenciales: los enfermos crónicos y los mayores de 65 años. Según el balance provisional, se han vacunado 177.452 personas, de las cuales 131.370 tienen 65 años o más. De esa cifra total, 105.546 vacunados cumplían el doble requisito: mayores de 64 años y enfermos crónicos.

Ya hace años -particularmente desde la alerta de pandemia gripal de 2009 que después se desinfló drásticamente- que el volumen de mayores de 65 años que acude a los centros de salud a recibir la vacuna está muy lejos de las aspiraciones de los responsables sanitarios y de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sanidad acomete cada campaña vacunal con el objetivo de llegar al 65 por ciento de este grupo. "Si no surgen sorpresas, prevemos que al final de la campaña llegaremos más o menos al nivel del año pasado, que fue 56,2 por ciento", señalan los técnicos de la Consejería, quienes puntualizan que en el resto de la geografía nacional se registra el mismo desapego a la vacuna por parte de los mayores.

Con todo, el comportamiento de la franja social de mayor edad no es homogénea en todo el territorio regional. El área sanitaria de Arriondas es la que contabiliza un mayor porcentaje de personas mayores que se vacunan. En el momento actual ya registra un 62 por ciento de inmunizados, y el año pasado rebasó el 65 por ciento. También en el área de Avilés contabiliza tasas de vacunación de mayores superiores a la media (ahora está en el 56 por ciento).

En el extremo contrario, Oviedo y Gijón presentan la población mayor más renuente a la vacuna (ambas rondan el 50 por ciento hasta la fecha).

En términos generales, como ya se ha dicho, los guarismos de esta campaña son muy parecidos a los del año pasado. "El buen tiempo que estamos teniendo no ayuda a que la gente se anime a vacunarse", señalan los expertos de la Consejería.

Por otra parte, Asturias acaba de entrar en fase epidémica de la gripe. Es la primera comunidad autónoma española que lo hace, con una tasa semanal de 94 casos por cada 100.000 habitantes. Los técnicos de la Consejería de Sanidad dan por sentado que el pico de la epidemia llegará en la segunda quincena de enero o en los primeros días de febrero.

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