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Obras en la calle Vázquez de Mella, ayer por la tarde.MIKI LÓPEZ

Vallobín

Vecinos y comerciantes, "hartos" de las obras en la calle Vázquez de Mella

La colocación de un colector no deja espacio para descargar pedidos y algunos transportistas optan por depositar mercancías de madrugada

Vecinos y comerciantes de la calle Vázquez de Mella están "hartos" de las molestias que les causan las obras del colector para recoger las aguas residuales, porque consideran que van con mucho retraso. Van ya para casi cuatro meses, un periodo que consideran "excesivo", ya que sostienen que los trabajos tenían que estar finalizados.

Se preguntan también si hay algún problema, que desconocen con la empresa que realiza esta obra. No obstante, desde el Ayuntamiento precisaron a este periódico que su finalización es cuestión de pocas semanas.

Las obras de la zanja para colocar una tubería para recoger las aguas residuales, de unos seiscientos metros de largo, se sitúan en la parte derecha de la vía, y tanto comerciantes como hosteleros se quejan de que los camiones que suministran los productos que necesitan no tienen sitio para aparcar y dejarlos.

La queja vecinal se resume en que no hay sitio para aparcar, ni los pasos necesarios sobre la zanja para entregar los pedidos, ya que además la zona está vallada.

La tubería que se está instalando tiene la finalidad de recoger las aguas residuales que bajan de la zona del Naranco, pues la anterior era muy estrecha, con lo cual rebosaba fácilmente cuando llovía, especialmente en la calle Concinos.

"Esta obra nos está sacando canas a todos", resumió ayer a LA NUEVA ESPAÑA Javier Fernández, que es el presidente de la Asociación de Vecino de Vallobín. "Esta obra la comenzaron a realizar a mediados del pasado mes de octubre y está como está, eso sin contar con su prolongación en la calle Doctor Solís Cajigal, donde también comenzaron a trabajar". El presupuesto de esta obra supera los 200.000 euros.

Fernández puso un ejemplo muy claro del trastorno que está causando a los locales comerciales y hosteleros. "Como los camiones que les hacen el suministro no tienen sitio para aparcar, a no ser que los dejen en medio de la calle, causando un auténtico caos circulatorio, el otro día un camión que traía aluminio para una tienda especializada tuvo que descargar a las cinco de la mañana. Y éste es uno de los muchos ejemplos que podemos poner de lo que ocurre diariamente".

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