El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, anunció el pasado viernes que presentará "muy en breve" en el Consejo de Gobierno un plan estructural para combatir las listas de espera. Un plan que ya fue anunciado el pasado mes de septiembre, y sobre el que el titular de Sanidad sólo ha querido desvelar que "seguiremos trabajando con todos los recursos", sin descartar ninguno a priori pero sin aclarar cuál será el protagonismo de los hospitales privados sin ánimo de lucro, de los privados puros y de las horas extraordinarias, severamente restringidas por su antecesor en el cargo.

La cuestión tiene enjundia. El Gobierno de la Comunidad de Madrid, del Partido Popular, acaba de presentar su estrategia de abordaje de la lista de espera quirúrgica, y su contenido ha contrariado de forma notable a la Asociación de Clínicas Privadas de la Comunidad de Madrid (ACPM). "La ACPM entiende que es un error prescindir de una medida de probada eficacia, como son los conciertos público-privados y duda de que los 'pactos de gestión' con los hospitales públicos puedan ser suficientes para racionalizar la lista de espera actual", señala un comunicado difundido ayer por el citado colectivo.

La ACPM apuesta fuerte en su argumentación. Por ejemplo, desvela los precios de los centros privados, y los compara con los públicos. "Por ejemplo, a la Comunidad de Madrid una vasectomía le cuesta a la sanidad pública 931 euros, mientras que el precio que se paga por concierto a un hospital privado son 300 euros, menos de un tercio del precio público". Según la nota, "éste no es un ejemplo aislado, ya que en el resto de intervenciones el ahorro medio se sitúa en torno al 50 por ciento".

El comunicado incluye una tabla comparativa en la que señala, por ejemplo, que la sustitución de una cadera en el sistema público madrileño cuesta 9.200 euros, y en uno privado, 6.200. O que una colecistectomía laparoscópica (extirpación de la vesícula biliar), implica un coste de 5.224 euros en un hospital de la Comunidad de Madrid y de 1.800 en un centro concertado. En otros tipos de intervenciones, las diferencias son menores.

Habrá que ver por dónde discurre la estrategia del Principado. El año pasado concluyó con 18.700 pacientes pendientes de una operación. Según Del Busto, "lo que tenemos que hacer es mejorar los rendimientos, mejorar las situaciones y trabajar en aquellos grupos que verdaderamente tienen listas". El Consejero agregó: "Estamos a punto de cerrar un acuerdo con todo lo que tiene que ver con radiología, y posteriormente con los grandes servicios que tienen lista, que son pocos". En pocas semanas se conocerán los detalles, que seguramente no contentarán a todos.