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De izquierda a derecha, Celestino Rodríguez, Iván Rodríguez y Elías Rodríguez, en la puerta de Inciensos Adolfo Fiances, en la plaza del Pan de Sevilla.LNE

De Sevilla a Buckingham pasando por Oviedo

El incienso de los Estudiantes triunfa entre las cofradías andaluzas La mermelada de Isabel II lleva uno de sus ingredientes

De Sevilla a Oviedo pasando por el palacio de Buckingham y su mermelada especial para la reina Isabel II. Ésta es la singular historia del incienso que utiliza la Hermandad de los Estudiantes de Oviedo, que ya está siendo copiado por cofradías de Sevilla, Málaga y Córdoba para procesionar en Semana Santa. Su olor los cautivó.

¿Qué tiene este incienso que queman los Estudiantes desde su fundación para que el mundo cofrade andaluz lo quiera? Se trata de una singular historia que huele a romero, aden, incienso griego, cáscara amarga de naranja del patio de Banderas de Sevilla y de la iglesia de Mateos Gago, mirra y también vainilla.

Esos aromas son los que queman en sus procesiones y actos de fe los Estudiantes, y que sus jóvenes turiferarios, los más pequeños de la hermandad, lanzan con fe a los cuatro vientos con el incensario.

Esta bendita mezcla fue creada por el maestro de los olores, ya fallecido, Adolfo Fiances, conocido en Sevilla como el "druida de los inciensos", y que fue quien preparó esta mezcla para los cofrades ovetenses.

¿En qué se basó? En la idiosincrasia de la Hermandad, en su estilo, en el acompañamiento musical y en la forma de procesionar que tiene. Y es que una hermandad en la calle es una conjunción plástica, visual, auditiva y, también, olfativa.

No es tema baladí. Su magistral mezcla quedó impregnada en el mundo cofrade, y por eso hermanos de los Estudiantes viajan cada Cuaresma a Sevilla para que sirva como base para crear la cantidad de incienso que la cofradía necesita en su piadoso procesionar por las calles de Oviedo.

De las cinco muestras que les presentaron, escogieron la más elaborada, con ingredientes mezclados con exquisitas maneras y que le dan un toque distintivo al perfumar todos aquellos lugares por los que pasa la Cofradía de los Estudiantes.

El "druida de los inciensos" escogió ese tipo de naranja porque está a la sombra todo el año, lo que le otorga un olor característico. Ese mismo tipo de naranjas -las del patio de Banderas y de los Reales Alcázares- es el que se envía al palacio de Buckingham (Londres), donde los cocineros elaboran la mermelada de naranja amarga que tanto le gusta a la reina de Inglaterra, Isabel II.

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