José López Sastre se declara un defensor de la sanidad pública, entre otras cosas porque en su especialidad, que es la neonatología, "es muy difícil ofrecer lo mismo en la privada, porque se necesitan muchísimos recursos y dedicación". El pediatra, que desde ayer es miembro de la Real Academia de Medicina del Principado, puntualiza que los mismos servicios en una clínica privada resultarían carísimos y que, en el sistema sanitario público, la vida de un niño, sea cual sea su extracción económica, se salva al mismo precio.

José Blas López Sastre nació en Oviedo pero exhibe con orgullo sus orígenes familiares en Castrillo de los Polvazares, en León. Estudió en Oviedo, se hizo médico en Valladolid y toda su vida profesional ha transcurrido en Oviedo, al frente de los servicios de Neonatología y Pediatría en el Hospital Covadonga, en el General y en el Central, refundado luego como Hospital Universitario Central (HUCA). Presidió la Sociedad Española de Neonatología y la de Perinatología. Hace dos años se jubiló en el HUCA.

Su trabajo sobre las sepsis o infecciones en la sangre de los recién nacidos, a través de la Fundación Castrillo y en colaboración con cuarenta hospitales, ha servido entre otras cosas y según refiere para rebajar la mortalidad por esa causa del 14,7 por ciento en 2008 al 7,3 en 2013.