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LA NUEVA ESPAÑA desvela las declaraciones a la Policía de los mandos en el incendio de Oviedo

El bombero fallecido quería retirar cascotes para apagar bien unos papeles: su jefe le prohibió pisar el tejado

"Hay un montón de papeles ardiendo debajo de unos cascotes, hay que desescombrar para apagarlo bien", trasladó Eloy Palacio a un inspector

Eloy Palacio Alonso y Juan Carlos Fernández Granda, en el interior de la plataforma durante la extinción. MIKI LÓPEZ

"Luis, las llamas están controladas pero en el forjado hay un montón de papeles debajo de unos escombros. Están por encima; hay que desescombrar para apagarlo bien". Pocos minutos antes de que el número 58 de la calle Uría se desplomase llevándose por delante la vida del bombero Eloy Palacio Alonso, este funcionario pidió permiso a un mando para descender de la cesta del brazo articulado hasta el tejado del edificio. Creía necesario retirar los escombros para poder apagar bien un montón de papeles almacenados en el bajo cubierta que se les estaban resistiendo a él y a su compañero Juan Carlos Fernández "Cuni", superviviente de la tragedia. El inspector del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) Luis Montes asegura que dio instrucciones precisas para que "descartasen la opción de desescombrar y se limitasen a echar agua desde la cesta del brazo articulado, por encima del nivel de la cubierta".

LA NUEVA ESPAÑA ha tenido acceso a las declaraciones oficiales realizadas por todos los mandos que intervinieron en el operativo de extinción de la calle Uría ante la Brigada de Policía Judicial que investiga la muerte de Eloy Palacio. Una de ellas es la del inspector Díaz Montes, que asegura que esta fue su última conversación (en persona, sin mediar contacto radiofónico) con el bombero fallecido. "Les dije que se asegurasen bien de estar anclados a la cesta y que no bajasen al forjado. Les vi ascender en la grúa por encima del nivel de la cubierta y comenzar a echar agua sobre el edificio, que estaba humeando", señaló. Se da la circunstancia de que el testimonio de una vecina de la calle podría servir para corroborar esta versión. La mujer vive frente al inmueble incendiado y sostiene que, tras el derrumbe, Luis Díaz Montes subió a su casa corriendo para ver bien lo que había pasado allí arriba y que no paraba de repetir "y eso que les advertí de que no se bajaran de la plataforma bajo ningún concepto...".

También declaró en la Comisaría el jefe de los bomberos de Oviedo, José Manuel Torres, a quien los investigadores de la Policía preguntaron varias veces si hubo alguna comunicación por radio durante la intervención de los compañeros informando o preguntando sobre el abandono de la cesta para continuar con sus labores. "No tengo conocimiento de que hayan comunicado nada por radio. La última vez que los vi estaban dentro", afirmó Torres en su declaración oficial, en la misma línea de la entrevista concedida a este diario la semana pasada. La Policía también preguntó cómo son las emisoras que llevaban los dos bomberos. Torres explicó que el sistema va incorporado al casco y está conectado a la emisora, que va en el cinturón.

Otro mando, en este caso el subinspector Juan José Puente -jefe de turno ese día- también ha testificado que los bomberos accidentados "portaban el equipo de telecomunicaciones" y "todos los elementos de seguridad", aunque desconoce, según ha explicado a la Policía, "si estaban usando el material de seguridad" en el momento del derrumbe.

Sobre este mismo extremo el jefe de bomberos declaró que "todos los trabajos se realizan desde la cesta, si bien en caso necesario de tener que abandonarla, existen puntos de sujeción para usar como línea de vida a través del cinturón-arnés que visten" y que la forma de proceder "está debidamente señalizada en la cesta".

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