Avanzar en el largo camino hacia la reinserción social mediante "la ayuda mutua y la colaboración, al poder vernos reflejado en el caminar del otro". Es la mayor virtud que el campo de trabajo "Cuidando el entorno, construyendo futuro" tiene para Francisco Mesa, uno de los diecinueve internos con drogodependencia de la unidad terapéutica de la prisión de Villabona que participan este año en la XVII edición del programa organizado por la Fundación ADSIS en colaboración con el Ayuntamiento de Ribera de Arriba.

Durante ocho días, los presos realizan labores de limpieza de algunas de las carreteras y caminos de Ribera, con el objetivo de hacerles sentir que pueden formar parte de la sociedad y que tienen algo que aportar a la misma, un aspecto que los participantes del programa persiguen fervientemente. "Estamos aprendiendo no solamente a manejar una desbrozadora, sino también a relacionarnos con los demás, a desenvolvernos en un entorno positivo que nos permita alcanzar el cambio definitivo", señaló el interno Cristóbal Fernández, absolutamente agradecido, también, con la oportunidad para "salir de Villabona y reencontrarme con la naturaleza".

Según destacó su coordinador, Javier Illarramendi, el curso pretende continuar la labor ya iniciada dentro de la unidad terapéutica, convirtiéndose en "un impulso más para la reinserción a todos los niveles de las personas que ya han expresado su voluntad de cambio". Entre los objetivos de este plan, se encuentra mostrar a los internos la normalidad de la vida, por ejemplo, al ofrecerles la oportunidad de realizar un trabajo social que les permita adquirir valores como el esfuerzo, la constancia, la colaboración y la actitud participativa. Para ello, se fomentan las relaciones con los nueve voluntarios que intervienen en el programa, así como con los vecinos del concejo, a través de distintas actividades organizadas por las tardes que complementan a las tareas de recuperación medioambiental. Así, el programa comprende también talleres de reciclaje, de globoflexia o jornadas de reflexión encaminadas a reforzar la seguridad de los internos, de modo que puedan lograr "la reinserción posterior a todos los niveles: trabajo, ocio, familiar...", incidió Illarramendi.

En esto último, la figura de los voluntarios es fundamental. Una de ellas es Sara Blanco, estudiante de Derecho convencida de que "creer en la reinserción implica colaborar activamente". Junto a ellos, las asociaciones vecinales de Ribera de Arriba también tienen mucho que aportar. Cada año, acogen a los internos con los brazos abiertos, organizando diferentes encuentros, desde talleres infantiles en los que participen los reclusos hasta una chocolatada durante el día de despedida.