El tripartito local (Somos, PSOE e IU) está trabajando en un plan para dinamizar las calles de la ciudad a partir del año que viene. Una de las líneas de actuación que tiene avanzada el gobierno consiste en la adquisición de mobiliario urbano portátil para convertir las plazas públicas en espacios provisionales de juegos, cine, conciertos o exposiciones. La idea del tripartito es disponer por la ciudad de una serie de "elementos portátiles", como sillas, bancos, canastas, mesas o tumbonas, o "cajas que se abran y creen un nuevo espacio" como cines portátiles o espacios verdes portátiles, que permitan transformar las plazas por un tiempo determinado para que puedan acoger actividades como una sesión de cine o de teatro, un concierto, una actividad deportiva popular o un concurso de juegos infantiles. El proyecto está inspirando en otros similares de ciudades como Madrid, Barcelona, Londres o París.

La idea ya está en marcha. La concejalía de Urbanismo, dirigida por Ignacio Fernández del Páramo (Somos), ha encargado al Colegio de Arquitectos de Asturias la elaboración de unas bases técnicas (dimensiones, condiciones para transportarse, tipos de materiales...) para sacar a licitación la adquisición de este mobiliario, con vistas a que el Ayuntamiento pueda tenerlo disponible ya el año que viene. El mobiliario será diseñado por especialistas de distinto tipo: arquitectos, aparejadores, ingenieros, diseñadores... Ellos plantearán las propuestas y después el gobierno decidirá qué se compra y qué no.

En realidad, lo que pretende comprar el gobierno local es algo más que mobiliario urbano sin más. Los elementos que adquirirá el tripartito todavía no están decididos porque están a la espera de propuestas de los expertos pero, según los experimentos de las ciudades en las que se inspiran, el mobiliario puede ir, explica del Páramo, desde sillas, mesas, tumbonas, bancos o gradas móviles hasta "cajas que se abran y creen un nuevo espacio" como cines portátiles, espacios verdes portátiles, o simplemente espacios de sombra para un día de calor o espacios de refugio de la lluvia para un día de invierno. Todo portátil y fácilmente transportable. "Puede haber de todo. Queremos que los especialistas reflexionen y presenten las mejores propuestas", indicó ayer el concejal de Somos en conversación con este periódico.

El objetivo, sostuvo el edil, es que "estos elementos permitan un rediseño de los espacios públicos de Oviedo y la configuración de nuevas actividades" a través de este mobiliario. "Queremos ganar riqueza social y física en estos espacios que, para la gente, son meros pasos de tránsito", agregó el concejal, que aseguró que la idea actual es que estos elementos portátiles se puedan empezar a usar a partir de la primavera del año que viene. Este mobiliario podría servir, por ejemplo, para convertir la plaza del Ayuntamiento en una gran sala de cine por unos días, o la plaza del Conceyín en La Corredoria en un espacio de juegos infantiles o la plaza de Tudela Veguín en una sala de exposiciones artística. O simplemente para ubicar sillas y tumbonas un día de calor en cualquier parque del municipio o un espacio atechado en una jornada lluviosa, en plan "una plaza del Paraguas portátil".

¿Y este mobiliario se recogerá diariamente o se dejará por la calle? "No está claro. Depende de lo que se compre, pero el creador tendrá que ponerle la solución a eso. La seguridad, el control y la durabilidad estará recogida en las bases", señaló Del Páramo, que insistió en que la propuesta ya se ha experimentado con éxito en otras ciudades como Madrid, Barcelona y San Sebastián, París o Nueva York.

En la capital española, por ejemplo, hay una experiencia similar con el mercado de La Cebada, situado en el barrio de La Latina. Allí, mientras duraron las obras del solar, se crearon varias gradas móviles para crear distintos escenarios culturales o deportivos. En Barcelona, hace años que en la plaza de Glorias se puso en marcha un servicio gratuito de sillas, sombrillas, tumbonas y mesas de madera que los vecinos podían utilizar y mover a su gusto. En la capital catalana también surgió, a raíz de estos elementos, los "Domingos de los peatones": se cerraban las calles céntricas, se colocaban las mesas, sillas y tumbonas móviles y se generaban "puntos culturales" donde los vecinos se juntaban para leer libros, revistas, periódicos o participar en juegos de mesa.

Fuera de España, en París hay sillas móviles en el jardín de Luxemburgo que los vecinos pueden agrupar o en Londres y Nueva York gradas móviles para actuaciones en las calles.