El niño dado en preadopción a una pareja de Sueca (Valencia) ya está en Oviedo. Llegó ayer con su madre, a la que la Audiencia de Oviedo les obligó a entregárselo, y está en la casa familiar, "tranquilo".

Nieves Ibáñez, la abogada de la madre, María José Abeng Ayang, refería esta mañana que ayer pudo hablar con el pequeño por teléfono. "Me dijo: 'me voy con mi madre a Asturias' y me contó que estaba jugando con un coche de la policía'". "La madre", añadió Ibáñez, "está en estado de shock" por la atención mediática que ha despertado el caso y las acusaciones que hacía ella ha vertido la familia de acogida. La abogada insistió en que el interés de la familia biológica es preservar al niño e insistió en que "simplemente se está dando cumplimiento a una sentencia, no hay más".

La pareja de Sueca que tenía en acogimiento preadoptivo al hijo de una joven de origen guineano residente en Oviedo entregó ayer al pequeño, de cuatro años, en la Comandancia de la Guardia Civil en Patraix, cumpliendo con la orden judicial de la Audiencia de Asturias. La madre biológica, que entró a recoger al niño entre gritos de "¡justicia!" proferidos por los amigos de la familia preadoptiva, ha emprendido el viaje de regreso a Asturias pero ya con su hijo.

La familia de preadopción, que llevaba en busca y captura desde el pasado 8 de agosto por no haber entregado al pequeño, llegó a la Comandancia en medio de una nube de periodistas y cámaras de televisión y acompañada por una decena de amigos que desplegaron pancartas. La madre de acogida, Noelia Estornell, sufrió una crisis nerviosa, y una de sus amigas, un desmayo. Alberto Bordes, el padre de acogida, contó que le ha explicado al niño que "le queremos mucho y que esto no ha acabado aquí, que vamos a pelear por él".

La pareja, que tenía al niño en preadopción desde los 18 meses, sostiene que la madre biológica, que en su día fue tutelada por los servicios sociales del Principado y que tuvo al niño con 14 años, continúa llevando una vida inadecuada.

Los padres de acogida entregaron al chiquillo a las diez de la mañana, y hacia las diez y cuarto llegó la madre biológica, María José Abeng Ayang, con la abuela del menor.

La madre había viajado a Valencia en agosto junto a su letrada, Nieves Ibáñez, para reencontrarse con su hijo y cumplir con el llamado "periodo de acoplamiento" (un plan de visitas para que madre e hijo se conozcan y compartan tiempo juntos antes de la convivencia definitiva). Los padres de acogida no acudieron a ninguna cita en el punto de encuentro, y el juez dictó la orden de busca y captura. La abogada de María José Abeng Ayang asegura que el niño está perfectamente y lamenta las acusaciones que la familia de acogida está lanzando contra la madre biológica.

La Audiencia de Asturias dictó una resolución en marzo de este año obligando a la familia de Sueca a entregar al menor. Fue recurrida ante el Tribunal Supremo tanto por los padres de acogida como por la Fiscalía y los Servicios Sociales del Principado, pero el juzgado de Asturias dictó la ejecución de la sentencia el pasado mes de julio, así que los padres de acogida han tenido que entregar al niño mientras esperan un pronunciamiento del Supremo.