"Esta es la crónica de una víspera ilusionada. El miércoles -todavía- muchos ovetenses soñaban con ser millonarios. Unos quieren el número del año de su nacimiento, otros el de su carnet de identidad. Siempre hay alguien que sueña con un determinado número para el sorteo de Navidad, con una corazonada. Pero este año la suerte para los ovetenses pasó de largo, ya que sólo tocaron dos millones de pesetas, eso sí, muy repartidos. En algunas administraciones el papel se había acabado ya unos días antes del sorteo. ¿Qué no nos tocó el 'gordo' y todo seguirá igual? Pues bendito sea Dios y que el año que viene podamos decir lo mismo".