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DAVID CASTAÑÓN

"Éste es un plato a reivindicar porque representa la tradición asturiana"

"Creo que vivimos en una tierra maravillosa que tiene mucho, mucho que ofrecer; yo a los diez días de estar fuera ya estoy deseando regresar"

Los ingredientes necesarios.

David Castañón es uno de esos asturianos de pies a cabeza que, desde muy joven, reivindica la importancia de lo nuestro, de la cultura popular, de la gastronomía más auténtica y de lo hermosa e inagotable que es Asturias para los amantes de la naturaleza y de los paisajes con historia. "Creo que vivimos en un país maravilloso, una tierra que tiene muchas cosas que ofrecer. Cuando viajo fuera siempre disfruto de cuanto vivo y veo, pero a los diez días ya estoy deseando regresar. Eso sí, no sabemos explotar ni valorar lo que tenemos. Seguimos consumiendo lo de fuera en detrimento de tantos productos hechos aquí y muy nuestros, como los vinos de Cangas", señala.

Nacido en Oviedo pero criado y formado desde bien pequeño en Avilés, vive desde hace tiempo en La Felguera, donde desarrolla, al tiempo, su trabajo como informático en una multinacional. Además de encontrar placer en lo que hace, también disfruta mucho con dos de sus grandes pasiones: la fotografía y caleyar por Asturias en todos los sentidos, tanto para disfrutar de rutas de montaña que comparte junto a su mujer, Laura, otra gran enamorada de su tierra y de ascendencia vaqueira, como de lugares de buen comer, sobre los que escribe y documenta para alegría de los muchos lectores de su reconocido blog gastronómico, "Les Fartures", un blog escrito en castellano y en asturiano tanto sobre establecimientos del Principado como de otros lugares de España y el extranjero.

"Nació hace diez años, cuando mi amigo Jorge Santos me pidió que le recomendara sitios para comer y yo, al mismo tiempo, le pedí lo mismo a él. Decidimos abrir 'Les Fartures' para escribir en él esas experiencias, y jamás sospechamos que tendría tanto seguimiento. Funciona muy bien con el boca a boca. Con el tiempo empezamos a cuidar mucho más las presentaciones, la imagen, la composición, y la verdad que estamos encantados no sólo con hacerlo, sino además sabiendo que a la gente le gusta y confía en nuestro criterio", matiza.

Y es que, como afirma Castañón, éste jamás se identifica cuando va a comer a donde proceda: un chigre, un restaurante afamado, un bar-tienda o un estrella Michelin. "En ocasiones nos invitan a eventos y voy con mi cámara réflex, claro, para reportajearlo, pero cuando voy de incógnito a muchos sitios las fotos las hago con el móvil porque si no cantaría mucho y no es lo mismo. No quiero perder mi objetividad y mi libertad. Para mí es primordial. Sólo escribo sobre lugares que me gustaron y puedo recomendar. En caso contrario, no lo hago", matiza.

La fotografía también es otra de sus pasiones desde hace unos doce años, en que se hizo con su primera cámara réflex y no ha parado. Eso sí, él afirma con humildad que es un aficionado que disfruta enormemente contemplando la vida detrás del objetivo. "La fotografía me relaja mucho. Empecé viendo tutoriales de todo tipo y aprendí con el método prueba-error. Luego me fui especializando e hice dos cursos, uno de revelado y procesado de fotos y otro de composición".

Castañón reivindica la importancia del plato que presenta hoy afirmando que "es un plato de la tradición vaqueira, muy asturiano, y que hay que recuperar porque es, a su vez, historia nuestra, cultura popular. No todo es fabada, pote y cachopo... que buena se armó ahora con lo de Ferran Adrià. En Asturias hay una riqueza gastronómica inmensa, tenemos un marisco muy bueno, excelente, que nada tiene que envidiar al gallego, y unas carnes impresionantes. En el caso del gorupo, si se ha mantenido hasta ahora es por la querencia que los vaqueiros sienten por sus tradiciones. Hay que compartirlo".

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