El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, defendió ayer la capacidad del municipio para ordenar urbanísitcamente el área de Santullano en su conversión a un gran bulevar incluyendo también los terrenos de la Fábrica de Armas de La Vega, propiedad del ministerio de Defensa. "Quien tiene capacidad de decidir sobre el uso de los suelos de Oviedo es el Ayuntamiento de Oviedo, al margen de quién sea el dueño", declaró López en un encuentro con los medios antes de la reunión que mantuvo junto a otros concejales con los miembros de la Plataforma Imagina un Bulevar.
El encuentro programado ayer en el Ayuntamiento tenía como objetivo presentar al gobierno local las conclusiones de los talleres participativos "Diseña Santuyano", que servirán de base para la redacción del pliego de condiciones del futuro concurso internacional de ideas para la transformación de la antigua entrada a Oviedo por la A-66
El Alcalde confió en que las bases para el concurso de ideas estén listas para marzo y no descartó, junto al concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, que se vayan realizando intervenciones "blandas" para ir configurando un tramo más urbano y menos de vía de acceso rápido. En ese sentido, Wenceslao López se refirió a los nuevos límites de velocidad ya aprobados por el Principado, y el edil de Urbanismo planteó la posibilidad de ir realizando algunas actuaciones en un sentido similar.
La gran reforma de este espacio está condicionada, no obstante, a una financiación que ahora se espera obtener de los fondos europeos DUSI. Wenceslao López se mostró confiado en que esta vez se logre la financiación comunitaria para el proyecto, ya que desde Urbanismo, relató, "han hecho un trabajo importante y con gran rigor".
Antonio González Abúlez, de la Plataforma Imagina un Bulevar, explicó que el proyecto que ha salido del proceso participativo tiene como objetivo "reparar de los tejidos desgarrados con una infraestructura verde y corredor ecológico", zonas abiertas que se conviertan en "una escuela de ciudadanía para la convivencia" y una protección del entorno, no sólo de San Julián de los Prados y La Vega, también, de "vestigios de la Guerra Civil" que hay en la zona.
