La magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo ha ordenado la apertura de diligencias previas por conducción temeraria contra la conductora que la semana pasada arrolló a una mujer de 56 años en la calle Marqués de Santa Cruz, un siniestro en el que la víctima resultó herida de gravedad. La juez ha tomado esta decisión tras haber recibido el atestado policial sobre el accidente. La conductora del vehículo implicado ha sido citada a declarar en sede judicial el próximo lunes a las once de la mañana.

El suceso se produjo alrededor delas cuatro y cuarto de la tarde. El vehículo circulaba por la calle Marqués de Santa Cruz, un tramo recto, y se llevó por delante a la víctima. La arrolló y la arrastró más de 30 metros, para acabar aplastándola contra uno de los muros que rodean la Junta General del Principado. En décimas de segundo, la víctima, M. P. A. P., pasó de ir paseando de regreso a su casa a estar tirada en la acera sangrando abundantemente por la cabeza y las dos piernas, que presentaban heridas graves. Sus primeras palabras tras el atropello se las dijo a un empleado de la oficina de turismo del Escorialín, que corrió a socorrerla en cuanto vio lo que le había pasado a través de la ventanilla de su puesto de trabajo, justo enfrente.

La conductora, M. L. M. B., de 62 años y natural de Grado, alegó que el coche, un Renault Mégane, sufrió un fallo mecánico porque no le respondían los frenos. La Policía Local analizó el vehículo e investigó las causas del accidente ante la posibilidad de que la mujer, que dio negativo en la prueba de alcoholemia, se despistara y diese un volantazo al intentar evitar a los coches detenidos ante el semáforo que tenía delante y terminase invadiendo la acera. Los agentes que levantaron el atestado contaron con el testimonio de uno de los conductores que estaba detenido en uno de esos semáforos y con el de los trabajadores de la oficina del Escorialín. Ahora, tras la decisión de la juez, la conductora también será investigada por conducción temeraria.