Unas horas antes de que el Real Oviedo disputara su partido de Liga contra el Alcorcón, el delegado del Gobierno y exalcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, hizo llegar ayer al Ayuntamiento una carta y un informe de la Jefatura superior de la Policía Nacional, con fecha de ayer en el que alerta de graves fallos de seguridad en el Carlos Tartiere y urge al Alcalde a tomar medidas.

Que la carta y el informe lleguen un día después de que el equipo de Gobierno en pleno anunciara la puesta en marcha de un expediente para investigar si De Lorenzo y su equipo tienen responsabilidades patrimoniales por la expropiación del palacete de Villa Magdalena, no ha caído en saco roto para Wenceslao López, que ayer deslizó, con ironía, que podría haber una relación causa efecto entre la investigación municipal y la llamada al orden por el estado del Tartiere.

Gabino de Lorenzo, en un tono muy institucional, manifiesta a Wenceslao López que no pretende inmiscuirse en sus competencias, pero le pide que "tome en consideración" el informe de la Policía nacional y que "actúe en consecuencia".

Más duro resulta el documento de la Jefatura superior, en el que se alerta de graves deficiencias en el mantenimiento, fallos de seguridad en el estadio, un incorrecto control en el acceso al recinto, presencia de personas ajenas al club en las instalaciones y una falta de coordinación "evidente" al autorizar el Ayuntamiento actividades en las inmediaciones del Tartiere sin avisar a la Policía Nacional.

En concreto, la Policía hace referencia expresa a la celebración, de un festival de rock en las inmediaciones del estadio, "coincidiendo nuevamente con la celebración de un encuentro de fútbol" y alerta que "supondrá una alteración acústica permanente y deficiencias en materia de seguridad".

El informe de la Jefatura superior de policía pone de ejemplo también los hechos sucedidos el 25 de marzo de este año con motivo del aniversario del club y la organización de "eventos festivos organizados por la APARO y la peña ultra Symmachiarii coincidiendo con la celebración de encuentros de la LFP". Según la Policía, la coincidencia de las fiestas (de las que ellos no habían sido informados) y el partido supuso, en este caso, la expulsión de aficionados "gravemente intoxicados por el consumo de alcohol de fuera" y sanciones propuestas para el Real Oviedo con cuatro actas remitidas y confirmadas por la Comisión Antiviolencia.

El informe también alerta al Ayuntamiento de que en el contexto de "nivel de alerta Terrorista IV" está provocando un "grave riesgo" al "facilitar el Consistorio llaves de apertura de puertas a peñistas y demás personal del que se desconoce cualquier dato".

Además de la presencia de personal sin ningún tipo de control, la Policía Nacional también alega un deficiente funcionamiento de los hidrantes en el entorno del Tartiere para la adecuada actuación de los bomberos. Esta circunstancia, por cierto, ya fue denunciada por el sindicato CSI en el anterior mandato de Agustín Iglesias Caunedo. Por último, la Policía Nacional también critica la forma de organizar los operativos conjuntos, y acusa a la Policía Local de "comportamientos" poco acordes en ese contexto, tomando decisiones contrarias a las acordadas anteriormente.

El club guardó ayer silencio ante el informe y atribuyó la polémica a una cuestión entre el Ayuntamiento y la Policía Nacional. Por otra parte, el partido de fútbol, con 14.731 espectadores, acabó sin incidentes y el festival de rock también discurrió con normalidad