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En el HUCA se fuma a la puerta de los edificios, denuncian ante la dirección

"Es un desprecio a la ley y a los demás", critica a los que apuran el pitillo a la entrada un asiduo al hospital que lleva a su hija a tratar de asma

"Es una vergüenza que se fume junto al hospital y encima que se haga a la puerta de los edificios, dentro del recinto." Así de indignado se muestra un usuario del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) que regularmente acude con su hija a revisiones del asma y asegura encontrarse con numerosas personas fumando a la entrada, a pesar de la prohibición y los carteles que la recuerdan. Ante tal situación decidió tomar medidas por su cuenta y lo denunció ante los responsables del centro. Pretende al menos empujar a los fumadores a "hacerlo en sitios más discretos". Llegó a subir un vídeo a una red social en el que se veía gente fumando, aunque más tarde lo retiró. Este periódico comprobó hace varios días que, efectivamente, algunos usuarios apuran sus pitillos a la entrada de los edificios.

Este usuario decidió poner una queja ante la dirección del propio hospital con la confianza de que sirviese de algo. "Me trasladaron que se había tramitado la queja y decidí esperar a ver si surtía efecto", explica el hombre que estos días pasados comprobó que la situación, en cuanto al tabaco se refiere, sigue exactamente igual.

Con el objetivo de dar una mayor credibilidad a su demanda, el hombre adjuntó un vídeo realizado por él mismo en el que puede verse a varias personas fumando tranquilamente en las puertas del centro sanitario, tanto en el área de hospitalización como a la entrada de la unidad de Pediatría. "Existe un desprecio total hacia las normas y los demás", apunta el autor del vídeo.

Un documento que ante la falta de soluciones por la vía interna decidió compartir a través de las redes sociales, eso sí, ocultando la cara de los infractores a los que puede verse paseando, apoyados en la pared o simplemente esperando con el cigarro en la mano o en la boca. "La intención es que se corrija una cosa que está mal", apunta.

Denuncia que ha generado un importante debate en las redes sociales entre los que restan peso a esta situación y los que consideran que estos espacios públicos deben estar totalmente libres de humos. "Entiendo que es un engorro que tengan que salir del recinto, pero no comprendo que se salten la norma con tanto descaro", declara el denunciante.

Pruebas aparte, lo cierto es que en el entorno del hospital es muy habitual ver numerosas colillas tiradas en el suelo, incluso sobre los mismos carteles de prohibición pintados en el mismo. Una imagen que deja patente el escaso respeto existente por parte de los usuarios ante estas normas, pero que raramente suelen provocar el rechazo del resto de usuarios, que prefieren evitar conflictos con los fumadores. "Es la práctica del aquí estoy yo a ver quién me dice algo", sostiene el denunciante.

La prohibición de fumar en "centros, servicios o establecimientos sanitarios, así como en los espacios al aire libre o cubiertos, comprendidos en sus recintos", entró en vigor en enero de 2011, cuatro años antes de la inauguración del equipamiento sanitario de referencia de la región. Fumar en espacios en los que está prohibido está considerado una infracción leve que conllevan sanciones de hasta 30 euros, aunque la acumulación de tres infracciones de este tipo se considerará falta grave, enfrentándose a multas superiores a los 600 euros. Los indignados con el incumplimiento de la norma ven estos castigos como una solución para atajar el problema. "Los guardias de seguridad obvian su deber de advertir sobre estas infracciones", señalan sobre un problema que algunos achacan a la falta de conciencia social.

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