Bochorno, mucha humedad y un embolsamiento de aire frío en capas medias de la atmósfera fueron los ingredientes con los que se cocinó la gran tormenta del martes. Un "fenómeno muy local" y "difícil de predecir con suficiente antelación", como indica el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Manuel Antonio Mora. Así, mientras que en Oviedo llovieron piedras de granizo (12 litros en diez minutos), en el aeropuerto no cayó ni una sola gota de agua y en Gijón apenas se recogieron dos litros por metro cuadrado. Ayer dominaron en Asturias las altas temperaturas con máximas de 29,4 grados en San Antolín de Ibias. La capital se quedó en los 23,2 grados, pero se espera que el mercurio suba más el fin de semana.

La descomunal tormenta del martes se inició en la meseta de León y ganó intensidad al pasar la Cordillera, según explica Manuel Antonio Mora. Una vez descargó su furia sobre Oviedo, fue debilitándose de forma que cuando llegó a Gijón ya había perdido mucha intensidad. Las previsiones apuntaban a fuertes tormentas en el Suroccidente y los Picos, donde existían avisos amarillos, pero no se esperaban en el centro de la región.

Según puntualiza el meteorólogo, las tormentas se forman a partir de los "cumulonimbos", nubes asociadas a grandes corrientes de aire cálido y húmedo muy poco densas y que pueden llegar a una altura de entre 10 y 16 kilómetros.

A medida que se elevan, estas corrientes "van enfriándose y provocando la condensación del vapor de agua, que da lugar primero a gotitas de nube que crecen por choques entre ellas hasta formar gotas de lluvia". Si continúa el ascenso, donde las temperaturas están bastantes grados bajo cero, las gotas se congelan formando partículas de hielo. Y estas en su caída "incorporan gotas de lluvia y de nube, que se congelan por contacto, aumentando progresivamente su tamaño". "Las fuertes corrientes verticales pueden obligar de nuevo a las partículas de hielo a ascender y a caer en varios ciclos, dando lugar a granizos de gran tamaño", detalla Mora.

Según la previsión de la Aemet, hoy el viento norte cubrirá de nubes la región. Además se esperan algunas lloviznas en la costa, abriéndose claros por la tarde. Los termómetros rondarán los 20 grados. Para mañana se prevén intervalos nubosos, aunque aumentarán las temperaturas. Durante el fin de semana se espera que siga subiendo el mercurio, con cielos despejados, salvo nubes bajas a primeras horas en la costa durante el sábado. Para el domingo existe posibilidad de alguna tormenta en la Cordillera.