"La sanidad asturiana está hecha unos zorros". Esa es la conclusión a la que llega el ovetense Javier Rojo después de recibir una citación para realizar una colonoscopia a 18 meses vista. El paciente, aquejado de cáncer de colón, asegura que el plazo, ya de por sí largo, es lo de menos, y que lo realmente grave es que la prueba le llegará nada menos que medio año después de la consulta que tiene prevista y para la cual es estrictamente necesario contar con los resultados de la prueba.

Rojo conoció que padecía cáncer en el año 2012. El hecho de contar con un seguro privado y su prisa por buscar una atención rápida le llevó a ser operado y tratado en una primera fase en Navarra. La continuación de los tratamientos siguieron ya en Oviedo, pues su póliza privada sólo cubría el periodo de hospitalización. "He contrastado el trato en el campo privado y en el público y no hay color", explica el hombre, que cree que el servicio básico no recibe suficientes recursos o estos no están bien aprovechados. "Se tira dinero en muchas cosas y para esto no hay más que carencias", apunta enfadado.

Por suerte, las células cancerígenas desaparecieron tras el tratamiento y en los últimos años se limita a realizar los controles necesarios para comprobar que la enfermedad no se reproduce. La cita prevista para mediados de diciembre de este año sería precisamente la última de los controles pertinentes para garantizar que la evolución del paciente va bien, pero sin la colonoscopia parece que no servirá de mucho.

El vecino sostiene que recurrió al sector privado para que las pruebas pertinentes llegasen a tiempo de las consultas de años anteriores. "Considero que con la salud no se juega, así que opté por poner dinero de mi bolsillo para tener los resultados a tiempo y que el médico especialista pudiese evaluarlos", declara.

Sin embargo, y de cara a la última prueba, Rojo quiere decir basta. Reconoce que el hecho de ver en los medios a otros pacientes que llevan un año esperando por este tipo de pruebas le provocó mayor malestar. "En mi caso es incluso peor porque padecí la enfermedad y es algo que necesito para descartar más tratamientos", apunta en relación a otras quejas de personas pendientes de ser cribados para descartar que padezcan cáncer. Por ello, no quiere dejar pasar por alto la situación. "Que la gente se entere de que están dando citas para pruebas mucho después de cuando se necesitan y eso no tiene sentido", comenta en referencia a una prueba que solicitó el 14 de diciembre de 2016, dándosele el 18 de junio de 2018 como fecha para pasarse por las Consultas Externas del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).

De todos modos, destaca que los plazos para otro tipo de pruebas tampoco van muy allá. Asegura que el análisis de tumorales, también preceptivo para la consulta llegará con unos pocos días de margen. "Me dijeron que me lo harían a primeros de diciembre y la consulta sería más o menos el día 23", apunta, aunque no descarta que en este caso los plazos se apuren por la necesidad de que el análisis sea lo más reciente posible.

El objetivo de hacer pública su protesta no es otro que el de llamar la atención a la administración para que tome soluciones.

"¿Para qué pagamos nuestros impuestos?", se pregunta un hombre que asegura "haber cotizado mucho" como para que ahora el sistema sanitario le deje tirado en un momento clave para recibir el alta definitiva y volver a sentirse plenamente sano. "Es triste que haya estos desbarajustes en algo tan primordial como es la salud de los ciudadanos", clama este hombre de 75 años.