El atasco de Urbanismo a la hora de tramitar las licencias es un lastre para la economía local. Esa es la advertencia que trasladan a este diario varios empresarios que evitan dar sus datos por temor a sufrir represalias, pero que coindicen en la necesidad de solventar un problema que creen que pone freno a la llegada de inversores a la ciudad y a la creación de empleo, en favor de otros concejos como Gijón, en los que se encuentran menos problemas.
Un ejemplo de la desesperación a la que se ven abocados los que tratan de invertir en Oviedo lo pone un empresario con diversos negocios, algunos vinculados a la construcción. "Conseguir una licencia de obra en menos de seis meses en Oviedo es imposible", sostiene sobre un procedimiento que considera que "no debería llevar más de tres meses", al mismo tiempo que invita al tripartito a copiar el modelo de "licencias exprés" de Gijón. "Entre Oviedo y Gijón para pedir una licencia, elijo Gijón, es mejor invertir allí", indica.
Otros reconocen esos mismos problemas, aunque dicen tratar de combatir la lentitud de Urbanismo a base de insistencia. "Vamos todas las semanas para que aceleren los trámites al máximo", apuntan fuentes de una constructora, que señalan a los trámites telemáticos como culpables del atasco. "Hay un limbo virtual en el que se pierden muchos documentos", denuncian sobre un mal que dicen ser testigos de que sólo afecta a grandes municipios. "Los ayuntamientos grandes no estaban preparados para asumir este sistema", declaran sobre unos trámites que suelen hacer también presencialmente "para demostrar que está todo presentado" y que les permiten obtener licencias en "unos tres meses".
Por su parte, los trabajadores municipales dicen que el problema de la saturación de Urbanismo está totalmente asumido por el Consistorio. Como prueba señalan que el pasado mayo se decidió reducir a un sólo día por semana la atención al público. "El tiempo que echas atendiendo a la gente no estás moviendo expedientes", declaran sobre un horario que ahora comprende de las 9 a 14 horas de los lunes, cuando antes se repartía entre las 9 y 11 horas del lunes y el jueves. "Ahora los lunes hay más colas y aun así acabamos igual a las cuatro de la tarde", opinan sobre una medida para la que piden tiempo para valorar su efectividad.
