"El descanso es un premio a la actividad de todo el año; no hacer nada, de por sí, ya puede ser muy gratificante". Así lo indicó ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la psicóloga Rosa de Arquer, que ofreció una charla dentro del Club de la Salud, que se celebra cada mes, en la que aportó importantes claves para reducir la ansiedad y el estrés que muchas veces genera el exceso de tiempo libre o la perspectiva de un largo descanso.

"Si dices que no vas a hacer nada te miran raro; pero yo soy partidaria de valorar lo que tenemos y adaptarnos a ello, sin la presión de continuas expectativas vacacionales", añadió la especialista.

Rosa de Arquer aconsejó también medir los recursos económicos. "He visto a gente que pedía créditos para irse a otro país a veranear. A la vuelta deben convivir con la ansiedad que genera tener que afrontar los pagos". La psicóloga también se mostró partidaria de asumir con realismo las obligaciones familiares, por ejemplo, a la hora de cuidar a un familiar dependiente. "Cuesta darse cuenta de la realidad, pero si no podemos irnos de viaje es mejor asumirlo y buscar alternativas; la ciudad ofrece alicientes en verano".

La pérdida reciente de un ser querido es otra de las causas de tensión en las vacaciones, sobre todo en las primeras veces sin esa persona. "No hay que agobiarse; es mejor planificar lo que a uno le apetezca o, simplemente, no hacer nada".

Si la ansiedad ante un momento concreto deriva en un trastorno más serio, es necesario acudir a la ayuda profesional o de instituciones como el Teléfono de la Esperanza, donde Arquer está involucrada. "Cualquier recurso de ayuda es bueno; compartir el problema puede ser un paso para encontrar soluciones". Descansar, cuidar la alimentación y estar activos físicamente ayudan a sentirse mejor.

Y sobre todo, a juicio de Rosa de Arquer, es necesario plantearse una pregunta muy clara: "¿Quien dijo que hay que viajar en vacaciones? A lo mejor lo que me da paz es quedarme en el sofá de mi casa".