Fue en verano. Pepe Leiva, el dueño de JLeiva Percussion, una de las marcas más reconocidas internacionalmente en la fabricación de cajones flamencos, recibió un enlace. Mira esto, le dijeron. En el Facebook, un chaval muy joven se marcaba un solo con uno de los instrumentos salidos de su factoría. El tipo era de Oviedo. Leiva no daba crédito. ¿Qué hace un tío en el norte de España tocando el cajón así? Desde Córdoba no entendían cómo era posible que a 840 kilómetros de distancia podía haber un músico desconocido que tenía "soniquete", como llaman ellos a los que tienen el lenguaje de la percusión flamenca. Ese desconocido era Sergio Pevida (Oviedo, 1985) un músico muy conocido en la región, con casi veinte años de trayectoria encima a pesar de su juventud y que ahora se ha convertido en el primer promotor oficial de los cajones cordobeses en la zona norte.

Leiva se puso en contacto inmediatamente con Sergio Pevida. El asturiano, cuando supo que los cordobeses querían hablar con él, quedó muy sorprendido y algo descolocado. Luego, dice, se encontró a "un tío que era un amor". "Me dijo que quería que empezase a currar con la marca, pero planteaba las cosas de una forma muy familiar, muy tranquila, y me insistía en que de dónde había salido, que si había estado metido en una cueva".

El vídeo que descubrió a Sergio Pevida a los cordobeses era un solo de cajón durante una actuación con su grupo de flamenco "Chanelando". Sergio, hijo y y hermano de músicos, inició su carrera muy joven, con solo trece años. Se inició con las percusiones, congas, bongos, tumbadoras y timbales. Pero pasó muy rápido también a la batería para poder dedicarse exclusivamente a la música.

Desde entonces ha tocado con grupos de rock, ha hecho giras internacionales como la de Beatriz Luengo, es un habitual de los combos que acompañan al asturbrasileño Vaudí, de Michel Lee Wolfe o "Delagua" y también ha ido encontrado su hueco con el cajón, con algunas formaciones de flamenco y también con programas educativos que realiza en colegios del centro de Asturias junto a su hermano.

Lo primero que hicieron los de Leiva fue mandarle material, un par de cajones. Y ya, pasado sólo un mes, el dueño le llamó para que bajara a su fábrica de Montilla para ponerle cara. Sergio Pevida quedó impresionado. Para ser una empresa familiar de fabricación de cajones, se encontró con tres naves inmensas, una producción a nivel mundial que lo mismo vende en Alemania que en Japón. Y un dueño encantado de haberse encontrado un "endorser" (los músicos que patrocinan una marca) que fuera "de Madrid p'arriba". Para Leiva también era una oportunidad de dar a conocer la percusión flamenca en una zona donde todavía es algo minoritario, y que Sergio Pevida diera a conocer por aquí la marca. El ovetense pasa a formar parte de una nómina de grandes percusionistas que trabajan con la marca, como "El Negro", Pedro Barceló o Dany Moreno.

En Córdoba se montó cierto revuelo con la presencia de un joven asturiano que era capaz de tocar el cajón con soniquete y que había fichado por Leiva. Lo siguiente que hizo el músico asturiano fue grabar en Asturias un vídeo de demostración con los cajones cordobeses. Y las reacciones siguieron. Mensajes de felicitación del percusionista que trabajaba con Paco de Lucía, el de Jorge Pardo...

La carrera de Sergio sigue, pero lo de la promoción de Leiva le ha abierto ahora otro cajón importante. De momento ya le han llamado para que haga talleres de cajón flamenco en Alicante, en Barcelona o en Madrid.