Oviedo lleva desde el pasado día 23 de octubre sin utilizar ningún tipo de radar que detecte los excesos de velocidad. Están todos apagados, tanto los fijos, como el cinemómetro móvil que utiliza la Policía Local en distintas calles de la ciudad para "cazar" a los conductores imprudentes. Fuentes municipales consultadas por este diario aseguran que el concejal de Seguridad Ciudadana, el socialista Ricardo Fernández, ordenó que los agentes dejasen de emitir multas derivadas de las mediciones de este tipo de aparatos a raíz de una serie de sentencias judiciales que declaran ilegales las sanciones. "Si alguien ve a la Policía Local con un radar de mano o un trípode puede tratarse de una labor disuasoria, pero no se está multando. Si se hiciese se estarían incumpliendo las órdenes", aseguran las mismas fuentes.
El Ayuntamiento tomó la decisión de apagar todos los radares tras el último varapalo judicial. En esta ocasión, el Juzgado de lo Contencioso Número 3 de Oviedo dio la razón a un conductor que fue multado por exceso de velocidad y que alegó en su defensa que las cabinas fijas en las que se coloca el cinemómetro -el aparato va rotando por los diferentes soportes que existen en Oviedo- no cuentan con el certificado que certifica su fiabilidad.
La Policía Local y los técnicos de la empresa de mantenimiento de los cinemómetros aseguran que las sentencias en contra de las sanciones de los radares les pillaron "por sorpresa" y que siempre pensaron que tanto las cabinas como el aparato en sí contaban con todas las certificaciones. De hecho, según consta en un documento del Centro Español de Metrología (CEM) -el organismo que supuestamente se habría encargado de validar las cabinas en el año 2012, cuando se instalaron- puso por escrito en febrero que el Ayuntamiento no está obligado a solicitar la verificación de los soportes hasta el 2018. Los jueces no lo ven así.
El Ayuntamiento ya ha recibido un nuevo informe del CEM y tiene previsto utilizarlo esta misma semana durante un juicio en el que un conductor reclama una de estas multas. La semana que viene también se llevará ese papel a otra vista en la que está implicado el despacho de abogados ovetense que ganó la mayoría de las sentencias. "Sólo volverán a funcionar los radares cuando el juez deje claro que están correctamente homologado y son legales. El nuevo informe es mucho más claro y esperamos que sirva para arreglar la situación", señala Ricardo Fernández.
