La calle Fierro dejará el fin de semana de estar cortada parcialmente por los trabajos de refuerzo del edificio del número 5, en riesgo de derrumbe. Técnicos municipales del área de Urbanismo, encabezada por el concejal Ignacio Fernández del Páramo, tomaron ayer la decisión de reabrir la vía el sábado o el domingo porque las labores de encofrado finalizarán mañana tras nueve días de obra. Precisamente los operarios de la empresa Gómez Fanjul vertieron ayer el hormigón en los moldes del encofrado con ayuda de un camión-cuba para reforzar la estructura.

Los vecinos, y especialmente los comerciantes del entorno, están hartos de que la parte central de la calle esté vallada y de que haya un túnel habilitado junto al mercado del Fontán para el tránsito provisional de los peatones. "Da la sensación de que no se puede pasar y muchas personas dan la vuelta", comenta Yolanda Vélez, propietaria de una tienda de lanas anexa al edificio en riesgo. Varios días después de que el Ayuntamiento colocase las vallas azules en mitad de Fierro, pidió permiso para colocar en ellas un cartel anunciando la ubicación de su tienda. Pone Lanas "El Globo" y una flecha a la derecha. La tendera cree que el estado actual de la "casa del peligro" es fruto de la dejadez. "Mi tienda está al lado del edificio, llevo aquí veinticinco años y siempre lo he visto en malas condiciones".

El inmueble -con una fachada a Fierro, 5 y otra a la calle Magdalena, 4- es de un particular y lleva años deshabitado. Data de 1875 y está incluido en el Catálogo Urbanístico de Oviedo. Es decir, no se puede derruir. Según el Ayuntamiento, sus técnicos detectaron los problemas estructurales el 6 de febrero cuando una de las vigas de madera de un patio interior cedió provocando grietas externas y un gran riesgo de colapso. De inmediato, las áreas de Urbanismo y de Seguridad Ciudadana trabajaron en conjunto para poner en marcha dos vías de actuación: asegurar cuanto antes el edificio y localizar a su propietario, obligado a hacerse cargo del mantenimiento. Una vez encontrado, el dueño se hizo responsable de los trabajos y el Ayuntamiento se limitó a conceder los premisos con carácter de urgencia. Así, los técnicos cortaron el paso durante cuatro días en la calle Magdalena por motivos de seguridad y limitaron el tránsito en Fierro, donde el peligro reside en el mal estado de la galería.

Los comerciantes lamentan la falta de información municipal durante este proceso y afirman que "caen cascotes de ese edificio desde el verano". Así lo asegura Álvaro Quirós, de la tienda Coalla Gourmet de la calle Fierro, y al que las vallas de seguridad le tapan medio escaparate. Secunda esta opinión el hostelero José Ibaibarriaga, al frente de la cafetería Güela Mila en la calle Magdalena y justo al lado de la casa con fallos estructurales. "Decidí cerrar cuatro días porque no entraba nadie en mi bar, les asustaban los andamios". A unos metros de ese local, el vendedor de la ONCE. José Luis Ramos, echa cuenta de las pérdidas de los últimos días. "Las ventas han descendido para todos los que trabajamos en la zona por culpa del miedo a que caiga la casa".