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Las Pelayas reúnen lo menos visto de Feijoo

Los fondos del sacerdote Silverio Cerra agrupan en el convento benedictino manuscritos y libros del sabio y monje

Cartas del Padre Feijoo que se pueden ver en la exposición.

Manuscritos y libros del sabio y monje Benito Feijoo; primeras ediciones y obras nunca reunidas antes al tiempo, menos aún ofrecidas al público en general. Después de una minuciosa preparación, la comunidad benedictina de monjas del convento de San Pelayo ofrece al público una llamativa exposición compuesta por los fondos del sacerdote Silverio Cerra Suárez. Auténticas joyas a la vista de todos.

"Benito Feijoo: El monje sabio que enseñó a pensar con libertad" es el título bajo el que Las Pelayas muestran una parte del legado del sabio. Introductor del ensayo como genero literario y reconocido como primer "feminista", ademas de preilustrado, la exposición es un reconocimiento a su labor.

La muestra, que estará abierta al público la próxima semana, desde el lunes hasta el viernes, desde las 16.30 a las 18.30 horas, presenta por primera vez los libros escritos por el monje y sabio benedictino, entre los que hay algunas primeras ediciones y también cartas originales. Es una visita obligada.

La Madre Abadesa, Rosario del Camino Fernández-Miranda, fue la guía de excepción que acompañó a LA NUEVA ESPAÑA en un recorrido por la muestra. La exposición es n periplo a través de cinco vitrinas del fondo de libros del sacerdote Silverio Cerra Suárez, que quiso que su biblioteca pasara a formar parte de la de San Pelayo. La comunidad la ha conservado como un fondo aparte. "Silverio Cerra era un especialista en el padre Benito Feijoo y durante toda su vida se dedicó a estudiarlo y también a hacerse con las fuentes, es decir, con sus libros", comentó a modo de introducción la Abadesa.

En la primera vitrina hay una edición completa y algunas de las reediciones de su "Teatro crítico universal", que es una completa colección de sus ensayos. En la época tuvo una gran difusión y, de hecho, en esta muestra se puede ver la cuarta impresión, de 1737, y otra sexta, de 1753, once años antes de que falleciera el monje benedictino.

En la vitrina dos se pueden ver algunas primeras ediciones del "Teatro crítico universal" y también de las "Cartas eruditas y curiosas".

Las "Cartas Eruditas" son una especie de continuación del 'Teatro crítico universal'. La Abadesa destacó que todos los tomos están firmados por Silverio Cerra".

"El padre Feijoo introdujo además el genero literario del ensayo, y quería basar sus ideas en la razón y en los documentos para verificar que lo que se decía y estudiaba era cierto", precisó Rosario del Camino.

En la siguiente mesa se muestran algunos de los estudios publicados en el siglo XX sobre la obra de Feijoo. Gregorio Marañón escribió sobre las ideas biológicas del Padre Feijoo; Amalia Telenti lo hizo sobre aspectos médicos, otros sobre música. "Era una persona enciclopédica a la que todo interesaba y todo quería conocer por si mismo", añade la monja.

Al fondo de la sala se pueden ver tres libros -facsímiles de Moleiro-, también de la colección de Silverio Cerra. "Elegimos estos tres porque tienen cierta relación con Feijoo". Uno es un manuscrito del siglo XVI sobre alquimia, porque también el benedictino ilustrado se interesó sobre estos temas. Otro gira en torno al beato de San Pedro de Carreña, en el que aparece la cruz que es hermana de la Cruz de los Ángeles. El original es del siglo XII. En la siguiente vitrina se expone el Atlas Ballart, del siglo XVI, que evoca el pensamiento y la inquietud universal de Feijoo de conocer otros pueblos, otras lenguas, otras realidades", continuó explicando la guía.

Y para concluir la visita se exponen cuatro cartas manuscritas de Feijoo, en las que se ve claramente la fecha y la firma: Fray Benito Jerónimo Feijoo. Así firmaba sus escritos el ilustrado y monje benedictino las cartas escritas entre 1731 y 1749 que se conservan en el archivo histórico del Monasterio de San Pelayo.

Las Pelayas están potenciando su hospedería. "Nos parece importante poder abrir este espacio para que muchas personas puedan beneficiarse de tener un lugar de tranquilidad, y el que lo desee participar en nuestros actos religiosos. Habitar en una casa que tiene mil años de historia tiene un valor añadido. Tenemos historia y vida", explicó con lógico orgullo la Madre Abadesa, Rosario del Camino. La hospedería permiten alojar a veinte personas. Peregrinos que inician el Camino Primitivo hacia Santiago, familias que entienden el turismo de una manera menos convencional, y extranjeros son los huéspedes.

Además está el obrador. En él elaboran sus pastas tradicionales, que sor Josefina recuperó y perfeccionó la receta original. Se venden todo el año y hacen pequeñas bolsas personalizadas para regalar en bodas y primeras comuniones. ¡Todo un éxito!

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