La puesta en marcha en Oviedo del cubo marrón, donde se reciclarán los residuos orgánicos, costará un total de 707.000 euros al año. Al menos esos son los cálculos que tiene encima de la mesa la concejala de Infraestructuras, Ana Rivas. La edil socialista, que estima para el último trimestre del año la implantación definitiva del nuevo reciclaje, muestra su satisfacción por algunos ahorros logrados con la puesta en marcha de esta medida. Así, no hará falta que la contrata adquiera nuevos camiones para el servicio y se reutilizarán 6 que estaban fuera de servicio y volverán a ponerse a punto para recoger la basura orgánica.
Además, la nueva recogida de residuos, que se realizará cada dos días en la zona urbana, diariamente a los grandes productores y que instalará contenedores específicos en la zona rural, supondrá la creación de 15 nuevos puestos de trabajo para el servicio de limpieza del Ayuntamiento de Oviedo.
Dentro de la ciudad habrá dos zonas diferenciadas con días distintos de recogida (lunes, miércoles y viernes en un caso y martes, jueves y sábado en otro). Rivas admite que el estudio previo no ha establecido todavía al detalle la división de estas zonas, pero que la separación de una y otra ruta pivotará sobre el eje de la zona centro, tomando la calle Uría como referencia.
En la zona rural se instalarán 35 contenedores. Será la primera vez que los vecinos de los pueblos que reciclen puedan beneficiarse de reducciones en la tasa de la basura gracias a estos nuevos equipamientos, que incorporan un sistema de tarjetas electrónicas para contabilizar el reciclaje.
Los contenedores de la zona rural quedarán instalados en puntos fijos pero debido a los malos olores que provocan este tipo de residuos se lavarán dos veces al mes entre octubre y mayo y una vez a la semana de junio a septiembre.
Aunque el coste total del servicio es de 707.000 euros al año, la instalación de los contenedores supondrá una inversión de 49.800 euros este año. Oviedo se convertirá, así, no ya el primer municipio que recicla los residuos orgánicos, pero sí en el primero que lo hace con un sistema de recogida de la basura puerta a puerta.
Antes de la implantación del sistema, el Ayuntamiento hará una campaña informativa previa. Cogersa ya indica, a través de su página web, algunos residuos orgánicos que no pueden ir al cubo marrón, como la ceniza, la tierra, las colillas, los pañales, compresas, tampones o excrementos de animales. Al revés, a este cubo sí puede ir papel sucio de cocina o servilletas. El Ayuntamiento completa toda esta ofensiva por el reciclaje con visitas de grupos de adultos, procedentes de los centros sociales, a Cogersa. Estas visitas, que se inician el 17 de mayo completan las que se vienen haciendo con los escolares desde hace años.