El mosaico romano descubierto el mes pasado en Andallón supone un hallazgo sin parangón en la arqueología asturiana. Según sus descubridores -en la imagen- el elemento decorativo podría tener unos 30 metros cuadrados a base de teselas de cerámica y pasta vítrea. Las pequeñas piezas conforman una cenefa perimetral de motivos geométricos con formas cuadradas y círculos rematadas con flores de seis pétalos e incluyen destalles llamativos como una esvástica romana (en el recuadro).