La pintada más polémica de Oviedo está a punto de cumplir un año. La frase "Tourist go home" ("Turistas, volved a casa") permanece legible en el lateral de la iglesia de San Isidoro que da a la calle Jesús. Su eliminación forma parte del plan de limpieza de grafitis que el Ayuntamiento puso en marcha a principios de abril en el casco Antiguo, pero las características de la piedra sobre la que se asienta -perteneciente a un templo del siglo XVII- complican la tarea. De hecho, aún no hay fecha concreta para el borrado del lema de la "turismofobia".

El concejal de Urbanismo y medio Ambiente, Ignacio Fernández del Páramo, afirma que los técnicos municipales están elaborando un proyecto "de mínima intervención" que cuenta con la supervisión de un especialista y que es posible que comience próximamente, cuando mejore el tiempo y suban las temperaturas. Al parecer, a más calor, mayor eficacia del tratamiento en un soporte seco como ese tipo de piedra. En principio, el plan no alteraría el coste total de la limpieza del Antiguo, 60.000 euros.

El párroco de San Isidoro, José Luis Alonso Tuñón, urge a limpiar el grafiti y aclara que debe hacerse con sumo cuidado. "Aquí no pueden pintar encima o borrarlo con agua a presión como están haciendo en otras paredes. No pueden quedar marcas en un edificio protegido como este". El sacerdote recuerda perfectamente el día que apareció la primera pintada, una que pone "North Vandals" y sigue allí. "Estábamos en plena rehabilitación de la fachada y a la mañana siguiente de celebrarse la Noche Blanca apareció el grafiti en la pared de la iglesia. No había pasado algo igual en tres siglos. A partir de ahí, ha habido más".