La Policía Local de Oviedo incautó el pasado viernes 11,3 kilos de percebe a tres personas que fueron pilladas repartiendo y vendiendo el crustáceo en una sidrería de la calle la Lila. Los policías comprobaron que los hombres habían utilizado para el transporte del producto un coche privado, incumpliendo la normativa sanitaria y procedieron a denunciar los hechos a la Administración del Principado de Asturias, competente en esta materia.

Los agentes detectaron la irregularidad a las 13.15 horas. Vieron cómo dos hombres entraban en una sidrería con un recipiente con percebes y decidieron seguirles la pista. Al salir del establecimiento hostelero se dirigieron a un coche en el que otro varón les esperaba al volante. Allí decidieron abordarles e inspeccionar el vehículo, en cuyo maletero hallaron otros dos recipientes con el crustáceo. Entre los tres lotes sumaban en total 11,32 kilos, transportados todos ellos sin respetar las normas relativas a la manipulación de alimentos.

Los tres implicados fueron interrogados, pero se limitaron a reivindicar la propiedad de los percebes, pero sin aportar prueba alguna al respecto. Fue entonces cuando los policías decidieron incautar los crustáceos y tramitar la pertinente denuncia para iniciar un expediente sancionador por su práctica irregular.

Además de a los tres repartidores registrados, se tomó declaración al propietario de la sidrería a la que entraron a vender los percebes. El hostelero reconoció haber adquirido dos kilos por un montante total de 70 euros para satisfacer la demanda de un cliente habitual, consumidor del preciado marisco.

La intervención policial fue llamativa por inesperada, incluso para los tres hombres acusados de infringir las normas, a los que sorprendió que agentes de la Policía Municipal tomaran cartas en un asunto de este tipo. La pesca del percebe es una práctica que suele generar prácticas ilegales como furtivismo debido a su alto valor de mercado y las limitaciones para su captura, generadoras de un importante mercado negro que las administraciones y el Seprona tratan de atajar mediante fuertes sanciones.