Carriles bici sí pero cómo y no sólo. Los colectivos de ciclistas urbanos de la ciudad y algunos de los usuarios locales de este tipo de transporte, implicados desde hace años en la defensa de la bicicleta en la ciudad, aplaudieron ayer la propuesta de Urbanismo de desplegar una red de carriles bici por toda la ciudad para conectar equipamientos, estaciones de autobús o tren y zonas verdes, pero llamaron la atención sobre la necesidad de mantener, hacer cumplir y extender al máximo la zona 30 para que las bicicletas puedan estar presentes por toda la ciudad. Y no sólo por sus carriles.
Carlos Tejo, miembro de "Asturies con bici", y que ayer actuó como portavoz del colectivo, incidió en que los carriles bici son una demanda histórica del ciclismo urbano, pero también recalcó en que la zona 30 fue "un gran avance" que ahora "se está replicando en toda España, incluso donde ya hay carriles bici". "La cuestión", resumió, "es que no se trata de zona 30 o carril bici, tienen que convivir las dos cosas".
Respecto al detalle de la red de carriles bici, Tejo también quiso llamar la antención al Ayuntamiento sobre algunos aspectos. El primero, que sirva para conectar la zona rural con la ciudad, como la entrada por Colloto que ellos mismos propusieron y lograron incluir en los planes municipales gracias a los votos obtenidos en los presupuestos participativos, aunque ahora mismo la obra está parada.
"Asturies con bici" reclama reuniones con los redactores del plan de movilidad para que el diseño de los carriles se ajuste a las necesidades. "Hay que estudiar la bidireccionalidad, el trazado, o el ancho, para que no sea como el carril del muro de Gijón, extremadamente estrecho, donde esta misma semana hubo otro accidente. Hay que pensar y hablar antes de ponerse a picar o a pintar", concluye.
Joaquín Arce, que fue el primer político asturiano con bici oficial y hoy forma parte de la directiva de la "Asociación Asturiana d'Amigos de la Naturaleza", comparte con "Asturies con bici" la necesidad de compaginar los nuevos carriles con otras medidas que ayudarían a reducir la presencia de vehículos privados en la ciudad. En concreto, reclaman al Ayuntamiento tres acciones muy concretas. La primera es aplicar "de verdad" el plan 30: "Que se circule tal y como estaba previsto, a treinta kilómetros por hora". La segundo, que se aplique la legislación de la zona azul que prohíbe a los vehículos estar más de dos horas aparcados en el mismo sitio. "Ahora no se está aplicando, y eso puede ser hasta prevaricación", alerta Arce. Por último, ANA reclama también que se cumpla también la prohibición de aparcar en el entorno de los colegios. A pesar de querer y aplaudir los carriles bici, ANA considera que estas tres medidas sencillas reducirían bastante la presencia de coches en la ciudad y destaca que el objetivo de los ciclistas urbanos es "poder circular por cualquier calle".
Saludable
El Catedrático de Constitucional Francisco Bastida, otro abanderado de la causa del ciclismo urbano, en parecido análisis, confía en que, más allá de los carriles, se puede hacer "toda la ciudad zona 30". También reclama "más promoción de la bicicleta", tanto de las instituciones como de la sociedad civil. "La gente piensa que es una cosa de cuatro, pero es algo que beneficia a la ciudad en todo: en contaminación, en ruido, en reducción de accidentes o en salud", enumera.
Desde la oposición, Ciudadanos denunció que la propuesta del concejal Ignacio Fernández del Páramo es "humo electoral", pues, denunció, hasta la fecha no ha defendido los carriles bici donde podía: en las obras del bulevar de la Ronda Sur, en la recuperación del que sube al Naranco como pidió la formación naranja o en la vigilancia del que hay en el nuevo HUCA y los coches utilizan para aparcar, denuncia Luis Pacho.
