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Hallan en Oviedo un mosquito alacrán, una especie poco común de origen americano

"No es peligroso para los humanos porque ni pica ni muerde; pudo venir en el equipaje de cualquiera", sostiene un experto de la Universidad

Hallan en Oviedo un mosquito alacrán, una especie poco común de origen americano

En cuanto Juan Ramón Gutiérrez y sus amigos lo vieron posarse sobre la mesa del local de Vallobín en el que suelen reunirse supieron que aquel mosquito no era normal. "Era como tres veces más grande que los comunes y con una morfología muy rara. Le hicimos una fotografía y nos dimos cuenta de que tenía como una pinza similar a la de los cangrejos al final de la cola", explica Gutiérrez. Entonces comenzaron a investigar y se dieron cuenta de que el protagonista de la instantánea era un insecto comúnmente conocido como mosquito alacrán, originario de México y de algunos estados norteamericanos con un aspecto "intimidante". Querían saber si era peligroso o si podía tratarse de una especie invasora y este diario ha podido aclarar sus dudas gracias a Pedro Arcos, epidemiólogo de la Unidad de Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo. "Se trata de una especie llamada Nuptialis de Panorpa. Su aspecto puede confundir, pero lo cierto es que no está demostrado que transmita ninguna enfermedad ni que sea peligroso para la salud humana. De hecho, ni pican ni muerden", explica el experto.

Según afirma Pedro Arcos, el mosquito alacrán es una especie que no es muy común ni siquiera en los países de la que es originaria. "Su ciclo de reproducción no es tan corto como el de los mosquitos comunes y por eso no se ven tanto. Cuando la gente los ve por primera vez les tiene miedo por su aspecto, pero no hacen nada. Para empezar la cola que ellos vieron como una pinza de cangrejo es en realidad su órgano reproductor", añade. Arcos considera que "es muy poco probable" que ese insecto se reproduzca en Oviedo y sostiene que "lo más seguro" es que se trate de un individuo aislado. "Lo más probable es que haya venido en la maleta de alguien que haya vuelto de un viaje o algo similar", afirma. "Pueden estar tranquilos, ese insecto no supone ningún peligro, pero lo cierto es que es curioso encontrárselo en Oviedo", dice Pedro Arcos haciendo referencia al grupo de amigos.

La investigación

Los descubridores del mosquito alacrán ovetense -la especie también se conoce como escorpión volador- ya respiran más tranquilos. "Somos un grupo de amigos que hacemos una tertulia semanal en la que tratamos sobre un montón de temas y ese insecto nos llamó mucho la atención. Queríamos saber si era peligroso o si podía tratarse de una especie invasora. No en vano, cuando llegaron las primeras avispas asiáticas no se tomaron en serio y ahora son un verdadero problema", dice Gutiérrez.

Al día siguiente de ese primer encuentro con el insecto volvieron al mismo local para tratar de encontrar al mosquito. No tenían muchas esperanzas, pero dio la casualidad de que uno de los integrantes de la tertulia se encontró con él en el suelo al ir al baño. Estaba muerto, lo recogieron cuidadosamente con una servilleta y lo guardaron en un bote para seguir con las indagaciones. Al final dieron su fruto.

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