El atasco del área de Licencias del Ayuntamiento de Oviedo está "igual o peor" que hace un año, según técnicos y empresarios, con esperas de hasta año y medio por permisos vitales para sus actividades profesionales. A pesar de los planes de choque anunciados por el tripartito en el último año, en el área admiten la ineficacia de algunas de las medidas, mientras otras, como las acordadas en mayo con la patronal de crear un sistema de cita previa o reducir los trámites, siguen pendientes de ser aplicadas. Por su parte, el ejecutivo local defiende que el servicio "va a mejor" y se compromete a continuar con las actuaciones para atajar los problemas.
Los principales afectados son tanto los promotores inmobiliarios como pequeñas empresas vinculadas al mundo de la hostelería. En el caso de estos últimos, denuncian los perjuicios generados por los retrasos en la tramitación de las terrazas de cara al verano. "Estar seis meses para poder sacar cuatro sillas y mesas a la calle no es recibo", indica un empresario crítico con la falta de personal. "No puede ser que haya sólo dos técnicos tramitando las licencias de una ciudad con 1.200 bares y restaurantes", clama.
A primera hora de ayer eran alrededor de una treintena de personas las que esperaban la apertura de las puertas de licencias para tratar de "meter prisa" a sus ansiados y atascados expedientes. El motivo, según los propios afectados, es la incapacidad actual del servicio de cumplir con todas sus funciones. "Vengo todas las semanas porque los requerimientos no llegan y aquí me dicen los documentos que van faltando", apuntó un aparejador cuyo cliente lleva desde febrero de 2017 esperando el visto bueno para abrir un negocio. "Es un caos que echa a perder empresas y empleo", añadió.
Además de frenar las aspiraciones de varios emprendedores, el atasco afecta directamente a varias grandes empresas del sector de la construcción. Existen promociones importantes pendientes de licencia de obra desde hace más de un año. Sin ir más lejos, la semana pasada Urbanismo daba el visto bueno a la demolición del Sanatorio Blanco. Una medida solicitada por la empresa para acortar los plazos y compensar los retrasos acumulados por la tramitación de los permisos.
Los problemas son reconocidos por el tripartito. Tanto es así, que en mayo el Ayuntamiento acordó con la patronal poner en marcha varias medidas como establecer un servicio de cita previa, aligerar los trámites burocráticos y editar en colaboración con los colegios profesionales de arquitectos y aparejadores guías para clarificar los pasos a seguir para obtener un permiso municipal. Sin embargo, todas ellas están todavía pendientes de aplicar.
Entre lo ya ejecutado, varios refuerzos de personal temporal, cuyos resultados, según la propia plantilla, son insuficientes. "No soluciona nada porque les falta experiencia y cuando aprenden se les acaba el contrato", indican trabajadores pesimistas con lo que se avecina en los próximos meses. "La gente se va de vacaciones y los montones de expedientes comienzan a crecer", apuntan.
El gobierno local, no obstante, defiende los avances conseguidos. "Algunas licencias menores ya las tramitamos en el día", sostienen fuentes municipales, partidarias de la incorporación de un jefe de servicio como solución. "Todas las grandes ciudades de España tienen esta figura de la que carecemos actualmente", indican al mismo tiempo que defienden que la situación "no es peor que en otros ayuntamientos con más medios".
Por su parte, Ciudadanos urgió ayer a la convocatoria de las plazas de técnicos de Urbanismo aprobadas en las Ofertas Públicas de Empleo de los dos últimos años. "No puede ser que haya negocios que lleven un año esperando por una licencia para iniciar su actividad", indica el portavoz municipal, Luis Pacho, que achaca a la "inacción del gobierno", la falta de soluciones eficaces a los "retrasos insoportables".
