A medida que el proyecto Gran Bulevar avanza en su tramitación urbanística, empiezan a dibujarse los detalles que pondrán apellidos, detalles y dibujo final a todo ese barrio. La operación inmobiliaria recibió el miércoles la primera licencia urbanística del Ayuntamiento. Es el pistoletazo de salida para solucionar la parcela del Vasco con seis torres y un edificio-zócalo en el frente hacia Víctor Chávarri, integrado en una nueva nueva zona ajardinada de uso público. Usos residenciales, sociosanitarios, hoteleros y comerciales, como ya se conocía. Pero también un marcado carácter de ocio inclinado a la gastronomía. El nuevo Vasco, según detallaron ayer fuentes próximas a la operación, conectará directamente la calle Gascona con una calle porticada, una gran galería dedicada a lo gastronómico.
En realidad, desde la calle Gascona hasta la plaza de la Cruz Roja, Víctor Chávarri se multiplicará en tres nuevos paseos cuando el proyecto del Gran Bulevar esté rematado. El primero es el propio, ya existente, del trazado actual de Víctor Chávarri, que a medida que vaya aproximándose a la cota más baja, irá abriéndose en áreas peatonales hasta desembocar en un nuevo parque.
Pero a mitad de la calle, Víctor Chávarri también se bifurcará para ofrecer otro recorrido, superior en altura al ya existente, que ofrecerá un paseo peatonal, una nueva calle, que discurrirá ante una zona que en el nuevo edificio irá destinada a comercios. No será, de todos modos, el único ni el más importante de los usos. De hecho, los promotores discuten ahora los detalles con la dirección regional de Comercio pero tienen presente en la cabeza que la superficie comercial será siempre inferior a los 5.000 metros cuadrados, de un total de 40.000 en todo el edificio-zócalo. En esta calle, no obstante, habrá también otro tipo de equipamientos: almacenes, oficinas, algún uso sociosanitario y un gran centro deportivo de más de 5.000 metros cuadrados.
En tercer lugar, y quizá el aspecto más destacado que aporte el elemento más significativo a todo el proyecto, el frente tendrá un tercer nivel en forma de planta porticada interior. Este último nivel conectará directamente con la calle Gascona y recorrerá también el frente del edificio, pero a cubierto. Esta gran galería es la que se dedicará al proyecto gastronómico. Habrá también ocio infantil y familiar, pero el corazón de ese nuevo pasaje interior será un gran espacio gastronómico de entre 1.500 y 2.000 metros cuadrados. Los promotores están empezando a analizar los casos de éxito de algunos mercados gastronómicos nacionales, pero lo que tienen claro es que tiene que ser un espacio "moderno y divertido en el que sucedan cosas todos los días", donde la gastronomía se combine con las actividades culturales y artísticas.
Pivotando sobre ese espacio grastronómico central, la galería superior quiere involucrar también a los hosteleros locales, sumar alguna franquicia internacional y rematar, así, un gran eje de restauración con vistas a Víctor Chávarri, una zona grande y despejada.
Las posibilidades que por superficie ofrece el proyecto, la cercanía y la conexión directa con una calle Gascona necesitada en la actualidad de más espacio y el cariz gastronómico del nuevo proyecto invita a pensar en futuras asociaciones entre lo que es hoy el bulevar de la sidra y el nuevo eje del Vasco.
Los responsables del proyecto calculan que al cabo de un año, desde que comiencen las obras, el espacio podría empezar a entrar en funcionamiento, con la llegada de los residentes y de los primeros negocios. Para una segunda fase queda la construcción de las torres dedicadas a hotel y las dos de usos sociosanitarios.
