Los vecinos de Premoño, aldea de la parroquia de Valduno, llevan celebrando a su patrona desde hace siglos. No en vano, allí se encuentra la capilla de Santa Ana, situada a la vera del Camín Real y del Camín de Santiago.
Esta capilla estuvo vinculada al desaparecido hospital de peregrinos de Santa Ana de Premoño. Se desconoce la fecha de su fundación, aunque hay una manda testamentaria de Alvar Pérez de Priañes y María Álvarez del año 1426: "mando que lo den al espital de Premomno"? "que sea dado al espital de Premonio para dormir en ello los pobres que se ende acolleren". (Recogido por Mª Josefa Sanz Fuentes en "Peregrinos asturianos a Jerusalén. Dos testamentos (1384-1426)" en "Asturiensia Medievalia" 7, 1993-1994). La devoción a Santa Ana está estrechamente ligada a los hospitales y centros de peregrinación, por lo que cabría suponer que fuese levantada a la par.
En un documento fechado el 9 de noviembre de 1700, perteneciente a la casa de La Carbayeda de Bolgues, se cita la capilla en un censo afecto a la capellanía de San Antonio de Padua, fundada en la ermita de la Gloriosa Santa Ana por don Fernando de Valdés, cura que fue de Las Morteras, Somiedo.
En 1752 era capellán de la capellanía colativa de Santa Ana en Premoño don Gaspar de Miranda, clérigo de menores, dueño de la casa de La Portalada, solar de la familia Miranda y don Juan Anselmo Miranda era capellán de la capellanía de la Concepción, fundada en la capilla de Santa Ana. Por tanto había tres capellanías en ella: Santa Ana, San Antonio y la Concepción.
Durante la guerra civil, la capilla sufrió graves destrozos, desapareció el retablo y la imagen de San Joaquín. Las imágenes de Santa Ana y San Antonio fueron recogidas por los vecinos de Santa Ana y el Fuxueco. La de Santa Ana fue llevada desde el hórreo inmediato, en que estuvo escondida, a la capilla del palacio de Areces donde practicaban el culto los destacamentos militares. José Manuel González describió este retablo de un barroco sencillo, con 3 hornacinas ocupadas por las imágenes de San Joaquín, Santa Ana y San Antonio y rematado por un Padre Eterno naciente entre rayos.
Se conservan las imágenes de Santa Ana y San Antonio. La de Santa Ana fue restaurada por los vecinos y la de San Antonio por la Comisión de Festejos Santana de Premoño.
La fiesta se celebraba en torno al 26 de julio y desde hace unos años pasó al segundo domingo de este mes. Hasta 1980 se rezaban novenas. Primeramente se hacía la romería delante de la capilla y en el Cantu el Rollu.
Acudían gentes de promesa:
"Todos los coxos van a Santa Ana / allá voy yo con mi pata galana".
Fue famosa una gran fiesta celebrada el 23 de julio de 1925 pagada por "don Silvestre el Praviano" de Casa Pravia, noticia que fue publicada en la prensa de entonces, donde se cita que "habrá unos 50 invitados por la casa organizadora, que vendrá un fotógrafo para impresionar varias placas, que se rifará un reloj valorado en 150 pesetas y que habrá todo cuanto se requiere para que la fiesta dé cumplida satisfacción a todos los concurrentes". Se eligió una Miss Regueras, título que recayó en Minerva la Casuca, a la que se le dedicó una canción.
La fiesta tuvo su esplendor a finales de los años 50 del pasado siglo, destacando el desfile de vecinos disfrazados montados en sus burros, que bajaba hasta la estación de Vega de Anzo a saludar a los pasajeros del tren. Luego tuvo un parón para resurgir de nuevo en 1999. En enero de 2002 nace la Comisión de Festejos "Santa Ana de Premoño", formada por gente joven del pueblo que con mucho trabajo e ilusión consiguen que la fiesta de Santa Ana de Premoño sea una de las mejores de la comarca. Dura 4 días y hay un gran apartado dedicado a la ruta a caballo por el concejo, que ya va por la XIII edición, en la concurren más de 400 jinetes y también el VIII campeonato de perros de rastro "Memorial Alfredo Coto". Además, este año cuenta con el "Desafío Premoño Horsemanship", una competición de inicio de potros inspirada en las grandes competiciones norteamericanas de estas características. Las carpas de la Comisión acogen, tanto el domingo, en que come allí todo el pueblo junto con los jinetes participantes en la ruta, como el día del bollo, a más de 600 comensales. Grandes orquestas, fuegos artificiales y unas cuantas sorpresas completan el cartel.
No dejes que te lo cuenten. ¡Ven a Premoño!
