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Trubia

Los héroes de Trubia cumplen los treinta

La Agrupación de Bomberos Voluntarios celebra sus tres décadas de existencia y reúne en una fiesta a 60 de sus miembros

Julio Rodríguez, ante un panel lleno de fotografías de los voluntarios de Trubia. MIKI LÓPEZ

En febrero del año 1998 una oleada de incendios asoló Trubia y sus cercanías. Por aquel entonces sólo había un cuerpo profesional de bomberos en Oviedo y sus efectivos no daban abasto, las llamas cada vez estaban más cerca. En ese contexto, con el peligro rondando las casas de la localidad, unos cuantos trubiecos se armaron de valor para luchar contra el fuego y comenzaron a gestar lo que hoy en día es la la Agrupación de Bomberos Voluntarios de Trubia, un cuerpo que ahora cumple treinta años y que hoy lo celebra con un encuentro entre todas las personas que pasaron por allí (calle Quintana, 13.30 horas). Se cuenta con la participación de al menos sesenta de los más de cien voluntarios de la historia del cuerpo.

Aquella primera reunión se produjo en el centro social de Trubia. Había que hacer algo contra el fuego. Estaban, entre otros, el Policía Local Mariano Calvillo, Luis Silva el de la autoescuela, el ya fallecido José Luis Fernández y Julio Rodríguez, que actualmente tiene un almacén de distribución de bebidas y recuerda aquellos momentos con cariño. "Yo tenía 32 años. Nos pusimos en contacto con el Ayuntamiento para decirles que íbamos a crear el cuerpo y estuvieron de acuerdo. El que mandaba en Bomberos de Oviedo entonces era Vicente Pisano", dice Rodríguez, que es el jefe de los voluntarios.

El primer camión que se le cedió a Trubia fue un Pegaso Comet y la sede inicial de la brigada se estableció en las antiguas instalaciones de Renfe. "Al camión lo llamábamos cañonero porque tenía un cañón de agua. Inicialmente éramos unas nueve personas y pronto empezamos a colaborar en todo tipo de sucesos, desde incendios hasta rescates pasando por accidentes de tráfico. Los vecinos nos llamaban o nos iban a buscar. Recibimos muchos cursos en Química del Nalón y en la fábrica de Armas, estábamos preparados y ahora mucho más", explica Julio Rodríguez.

Labor desinteresada

Sin cobrar ni un euro y echando horas de su tiempo libre haciendo guardias de forma desinteresada, los integrantes de la Agrupación de Bomberos Voluntarios de Trubia, hombres y mujeres, jóvenes del pueblo, realizaron labores muy importantes en toda Asturias. "Una de las cosas que me quedaron grabadas fue el accidente de tren de Vega de Anzo porque nosotros llegamos los primeros (2 de agosto de 1993, doce fallecidos y decenas de heridos). Pero también fue muy gordo un incendio que hubo en la planta de naftalina de la Química del Nalón (2009) o un incendio en un supermercado de Gijón", afirma Rodríguez.

La Agrupación de Bomberos de Trubia sigue hoy en día al pie del cañón, aunque con más recursos y con componentes cada vez más preparados. Pero para llegar a este punto ha ocurrido de todo. "Esto es como una gran familia. Aquí surgieron muchos amores e incluso matrimonios", sonríe Julio Rodríguez.

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