El concejal de Economía, Rubén Rosón, insiste en mantener el IBI diferencial para grandes propietarios, el conocido como IBI de los ricos, pese a que ya el año pasado los jueces lo anularon y éste está pendiente de sentencia. "Lo hemos aplicado este año y lo seguiremos aplicando en el próximo ejercicio", afirmó ayer Rosón tras la primera reunión de negociación presupuestaria, en la que presentó su propuesta de impuestos, precios públicos y tasas. En esa propuesta se contempla subir en 2019 hasta 1,3 puntos el IBI diferencial, que ahora está en el 1,1. Esto permitirá, según el edil, "invertir el dinero que se recaudará con esa subida en bajar el IBI que pagan los propietarios de viviendas normales". Rosón calcula que los propietarios que pagan el IBI no diferencial se ahorrarán el próximo año entre 10 y 20 euros, dependiendo del valor catastral de sus viviendas. El IBI no diferencial quedará por debajo del 0,6 por ciento del valor catastral del inmueble, calcula Rosón.

En la propuesta de nuevas tasas, el concejal quiere también aumentar hasta llegar a un 40 por ciento las bonificaciones en el IBI a los propietarios de viviendas de protección oficial, lo que supone un aumento de un 5 por ciento.

Otra de las subidas propuestas por el concejal de Economía afecta a las gasolineras, que pagan una tasa por ocupación de la vía pública que oscila entre los 321 y los 26 euros al año. Rosón quiere que las empresas de carburantes paguen el doble de lo que abonan ahora. La clasificación de las gasolineras se hace según la calle en la que estén situadas dentro del municipio y hay seis categorías. En Oviedo no hay ninguna de las tres primeras, las más caras. También quiere el edil incrementar al doble la tasa que pagan los bancos por los cajeros automáticos en las fachadas de sus sedes.

En este primer borrador de impuestos, tasas y precios públicos, Rubén Rosón contempla que el impuesto de actividades económicas (IAE) y el de vehículos a motor, la viñeta, se congelen.