Elena FERNÁNDEZ-PELLO

"Oviedo es Lancia". Fue una de las primeras consideraciones que la bibliotecaria Chelo Veiga hizo al presentar la ruta literaria de "El Maestrante", ayer a media tarde. La responsable de la red municipal de bibliotecas guió a una treintena de lectores por los escenarios de aquella Lancia recreada por Armando Palacio Valdés en su novela, por el Campo San Francisco y hasta el casco antiguo, y reivindicó la figura del escritor, que tras haber tenido un gran éxito y optar dos veces al Nobel cayó en el olvido.

El grupo estaba formado por gente de distintas edades y sexos, y casi la mitad eran de fuera de Oviedo. Araceli Fernández, bibliotecaria de Riaño, en Langreo, se trajo a dos grupos de lectura con los que trabaja habitualmente: el de Riaño y otro que lleva como voluntaria en Villamayor, en Piloña. Tienen actividades durante todo el año y es la segunda vez que participan en una ruta literaria por Oviedo. La primera estuvo dedicada a la novela de Dolores Medio "Nosotros los Rivero". "Hemos preparado la ruta y hemos leído 'El Maestrante' antes de venir", comentó la bibliotecaria durante el paseo.

Antes de emprender el camino, en el paseo del Bombé, Chelo Veiga tuvo palabras de reconocimiento para la cronista oficial de Oviedo, Carmen Ruiz-Tilve, que fue quien inició las rutas literarias y a la que la bibliotecaria respeta como "una maestra".

En su itinerario por la ciudad, la ruta se detuvo ante el lugar donde en la novela de Palacio Valdés se levantaba la casa de las Meré, en la calle Carpio, y se acercó hasta la que fue casa del abuelo del autor de "El Maestrante". Veiga recordó que este año se conmemoran los 80 años de la muerte de Palacio Valdés, sin apenas recordatorios o celebraciones en torno a la fecha.