El ingeniero técnico Jaime Llames Viesca colaboró con Ildefonso Sánchez del Río Pisón en la construcción del Palacio de los Deportes de Oviedo, uno de los trabajos de los que el ingeniero y fundador de Dragados y Construcciones se sentía más orgulloso. Cuenta que fue él quien, a instancias del director de obra, sugirió revestir las piezas de acero que soportan el peso de la cubierta con una cobertura inoxidable que ahora, en algunos casos, se ha quebrado y deja a la vista el acero herrumbroso en el interior. Llames afirma que revisar el soporte de la gran bóveda del Palacio de los Deportes, el elemento más característico del edificio, es más urgente que las reparaciones de las goteras, en las pistas o la instalación de calefacción. "Que se ocupen de ese riesgo latente. No pretendo ser alarmista, pero puede ser un fallo estructural y eso no avisa", alerta, haciendo referencia a los responsables de Deportes y de Patrimonio del Ayuntamiento de Oviedo.

Llames asegura haber puesto al corriente de sus recelos sobre el edificio a la Concejalía de Deportes. Explica que en los últimos días, al leer en LA NUEVA ESPAÑA las quejas de los usuarios sobre el mal estado de los vestuarios y tras los derrumbes del pantalán de Vigo y el puente de Génova, el asunto le ha vuelto a la cabeza. "No sé si puede pasar algo o no, lo que pido es que hagan un estudio, porque desde fuera no se pueden ver bien las rótulas (las piezas a las que se transmite el empuje de las dovelas que componen los arcos)", manifiesta.

El ingeniero técnico, que también colaboró con Sánchez del Río en el paraguas invertido de Pola de Siero, opina que si el ingeniero viviese no le cabe duda de que "iría a primera hora de la mañana al despacho del Alcalde y le diría que esto no es ninguna broma".

Jaime Llames dice que a simple vista se aprecia el óxido en el acero, pero no es posible comprobar si es una capa superficial o hay un problema más serio. Los elementos que parecen dañados sujetan el peso de la cubierta en la cara este del edificio, la que más se adentra en Ventanielles. Los "casquillos" que protegen esas rótulas han cedido, probablemente, según el ingeniero técnico, por un asentamiento causado por la caída del nivel freático del terreno, durante las obras del aparcamiento subterráneo que provocó el derrumbe de varios bloques de viviendas.