El público era extraño ayer en el patio de butacas del teatro Campoamor, durante el ensayo de "Fuenteovejuna", la primera producción propia de Ópera de Oviedo, un espectáculo que abrirá la temporada el próximo 9 de septiembre. Cada uno de los espectadores tenía un bloc en su regazo y dibujaba del natural lo que ocurría sobre el escenario. En realidad, no eran realmente público. La treintena de personas allí presentes formaban parte de una actividad organizada por la institución musical ovetense en torno a "Fuenteovejuna": han invitado a los alumnos del taller de arte de Nacho Suárez, en Avilés, para que tomen apuntes de los ensayos y, con esas obras, compongan una exposición que se abrirá el próximo día 1 en la plaza de Trascorrales.

En esta exposición, además, se mostrarán obras de otros catorce artistas asturianos, que han plasmado su visión de la obra de Lope de Vega, que será versioneada y trasladada a nuestro tiempo en la escena del Campoamor, con música de Jorge Muñiz y libreto de Javier Almuzara.

Los alumnos de Nacho Suárez terminarán hoy sus tres días en el teatro ovetense, en los que recopilaron con sus lápices todos los detalles del ensayo. Los había de todas las edades y para ellos era todo un reto. En sus cuadernos trataban de dibujar lo que el público no podrá ver durante la representación, como el caso de los músicos en el foso de la orquesta. "Es muy complicado hacer estos dibujos, no es algo estático, está en movimiento, y tienes que quedarte con un momento concreto. Estar en el Campoamor dibujando es todo un regalo", comentaba la alumna María José Navarro, una de las veteranas de un grupo en el que también había un par de niños. "Los más pequeños a veces nos dejan asombrados a todos con los detalles que tienen al dibujar", añade.

Estaban encantados. Fernando Campo, otro de los alumnos veteranos, indicaba: "Es impresionante el contraste entre las artes. Nosotros somos aspirantes a artistas y estamos al lado de artistas de verdad, que se han acercado a nosotros para intercambiar opiniones". Nacho Suárez estaba pendiente de todos, y ellos agradecen las atenciones constantes. "Hay que darle el máximo galardón al profesor por respetar nuestras personalidades", señaló María José Navarro.