Las diez "hijas de cuatro patas" de una entusiasta canina fallecida el miércoles en Oviedo ya tienen nuevo hogar en un tiempo récord. La media docena de paseadores habituales de los canes adoptados en los últimos 14 años por una vecina de la calle Marqués de Teverga, cuya identidad prefieren no desvelar, hallaron en tan sólo 72 horas nuevos dueños para los canes desamparados, en Madrid y varios puntos de Asturias. "Es un hito en la solidaridad canina", relatan emocionados por haber garantizado el bienestar de los animales que estaban condenados a ser acogidos en algún albergue público.
"Era nuestro deber hacer esto por una mujer que tenía pasión por sus perras", explican los paseadores, reacios a asumir ningún protagonismo. "El mérito es todo de los nuevos propietarios y de las muchísimas personas que ayudaron a difundir la situación por las redes sociales", señala una cuidadora en representación de los seis encargados de atender los animales desde que su dueña cayera gravemente enferma.
Nada más conocer el fallecimiento prematuro de la mujer, de 55 años y sin descendencia, los paseadores de la "Maxipandi", como se refieren cariñosamente a la pequeña jauría, se pusieron manos a la obra para hallar un nuevo hogar para "Nala", "Melba", "Cuca", "Neska", "Kimba", "Lorna", "Zira", "Zanda", "Pizka" e "Yzma". Sus expectativas no eran nada buenas, pero la respuesta desbordó todas las previsiones. "Pronto encontramos gente de Madrid, Gijón, Ribadesella y de aquí de Oviedo dispuesta a hacerse cargo", relatan.
Especialmente satisfactorio fue el caso "Zanda", una perra de raza criolla de 14 años bastante enferma, reclamada explícitamente por una persona. "Se mostraron dispuestos a ayudar a pesar de padecer del corazón y precisar medicación diaria", apuntan los paseadores.
La gran acogida y el éxito de la campaña es visto por los promotores como "el mejor homenaje posible" para la fallecida. Destacan su "pasión ciega" por las perras, a las que cuidaba con gran mimo. "Tenían más fondo de armario que ella", relatan en relación a su afición por vestirlas "a la moda" y sacarles fotos, como la de las últimas navidades, cuando las vistió como Papa Noel.
Adopciones
Desde que la mujer adoptó a "Zanda" cuando sólo tenía nueve meses en el año 2005, la nómina de perras a su cargo fue aumentando de manera progresiva. Hasta sus últimos días cuidó "como reinas" a seis perras de raza criolla, dos bichones malteses, una chihuahua y una yorkshire a las que "quería con locura" y trataba como hijas. "A todas les puso nombres bisílabos y terminados en "a" porque era muy metódica", apuntan sus cuidadores.
Entre las últimas voluntades de la propietaria estaba la de pasar a alguien el relevo de su labor solidaria con los canes adoptados en los albergues de La Bolgachina, La Coruña Cádiz y Sevilla y finalmente eso fue posible gracias a la difusión dada al caso por los cuidadores a los que inculcó su amor a los animales.
Los paseadores destacan la gran colaboración hallada por todas las partes implicadas. "Estamos muy agradecidos por toda la gente que no nos puso trabas para poder darles un nuevo hogar a las perras", declaran sin ocultar cierta pena porque las perras tengan que separar sus caminos tras años de convivencia.
